El hombre al que los residentes de la barriada denunciaron tendrá que cumplir una condena de tres años
Los vecinos de la barriada rural de Las Pachecas aseguran estar en un momento de tranquilidad. El motivo de los males de este entorno rural, cuyas casas anegadas dieron la vuelta al país al ser uno de los puntos más afectados por el temporal de hace varios años, no es el agua, ni la sequía, sino que tiene nombre y apellidos. Se trata de J. L. D., un vecino que desde 2004 les traía “por la calle de la amargura” debido a sus “constantes amenazas y agresiones”, según denuncian los afectados, y que hace unas semanas ha ingresado en prisión al concentrar un buen número de sentencias en su contra entre multas sin pagar, órdenes de alejamiento incumplidas y otros conceptos. En principio, tiene para tres años en prisión, por lo que los residentes de Las Pachecas celebran que “como mínimo” puedan sentirse aliviados durante un año.
“Este señor ha tenido problemas con todos, no se lleva bien con nadie, y ha llegado a acumular sentencias de tanto sus vecinos como de su propia mujer. Llegó incluso a intentar atropellar a mi hermano pequeño y después de maquillar un poco los hechos para que su familia no sufriera durante el juicio, acabó riéndose de nosotros”, lamenta Elena, una de las vecinas afectadas.
SE MOVILIZARON CONTRA ÉL
De hecho, la desesperación de los residentes llegó a tal punto que incluso se echaron a la calle con pancartas en mano para pedir justicia mientras el ahora condenado se mofaba de ellos colándose delante de las pancartas. Ahora por fin pueden “respirar tranquilos” en busca de la paz que llevan casi una década buscando y que desapareció de golpe y porrazo cuando, según su versión, esta persona se trasladó a la barriada con sus padres tras separarse de su mujer. Por ello, ya cruzan los dedos para que a su vuelta “venda esta vivienda y se marche”.