Salvemos el centro histórico

La creación de una asociación vecinal decidida y con la fuerza suficiente para revertir la situación de dejadez en la que se encuentra el barrio de San Mateo y todo el centro histórico ha llevado a la creación del grupo “Salvemos el Centro Histórico”. En su pauta de intenciones indican que “no olvidemos que muchas ciudades importantes de Europa ya para sí quisieran uno solo de los palacios que tenemos aquí derruidos y olvidados. Promover la salvación del patrimonio y su puesta en uso para devolver nuestro barrio donde siempre debió estar: representando la esencia y la vida de Jerez, símbolo de orgullo y riqueza de una de las ciudades con más patrimonio de España. Ése es el objetivo final de este movimiento y, no lo dudéis, no pararemos hasta conseguirlo”. Así reza el nacimiento de este grupo en las redes sociales y  que ya se mueve, que ya ha celebrado asambleas y que está en permanente contacto con el Ayuntamiento. Un Ayuntamiento que le ha dedicado una plaza a Santiago Zurita Yrigoyen, un hombre que lo ha dado todo por el barrio de San Mateo en general y por la parroquia de San Mateo en particular y que no cesa en su empeño de elevarlo a lo más alto y ahí está su pretensión de que San Mateo esté abierta para los visitantes durante todos los días del año. Incluso en el discurso de apertura de su nueva plaza se mostró reivindicativo. Hay mucho que solucionar en San Mateo que, como dicen los de Salvemos el Centro Histórico, es la esencia de este Jerez del siglo XXI y que no puede seguir en el abandono en que se encuentra. Ahí está el Plan Urban y hay otras muchas decisiones importantes que acometer. Hay que priorizar y hay que analizar todo lo que se hace. Por ejemplo Publicaciones del Sur, la empresa editora de este periódico, anunciaba en el Información dominical que pueden surgir propuestas por la reapertura nuevamente del Bereber. Pienso que es un tema que hay que estudiarlo con profundidad. Un local sirve para dinamizar una zona, pero siempre que no castigue el descanso merecido de sus moradores. Todo llegará, pero es positivo que haya gente empeñada en que la historia se mantenga viva en la ciudad.