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Jerez

En un mundo de hombres

Cuando hace 30 años una mujer tenía el valor de cumplir el sueño de ser policía, sabía que se adentraba en un mundo de hombres. “No sentíamos una discriminación por nuestro sexo, sino una actitud protectora por parte de nuestros compañeros”.

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  • María y Mariluz, pioneras -

Cuando entraron en 1985 en el cuerpo de la Policía Local, aún la sociedad no tenía normalizado ver a una mujer dentro de un uniforme que, tradicionalmente, como la mayoría de los ámbitos de la vida profesional, habían vestido los hombres. La historia de las cuatro primeras mujeres que entraron a formar parte de este cuerpo es la de cuatro mujeres valientes que decidieron anteponer el sueño de ser policía a las trabas que pudiese imponer la sociedad a su sexo. Lo que se esperaba de ellas y lo que ellas quisieron hacer con sus vidas.
Hoy se alegran de haber tenido la libertad de elegir y de hacer lo que deseaban y de “tener la vida que queríamos”. Han pasado 30 años desde que María, Mariluz y sus otras dos compañeras accedieron por oposición a la Policía Local. Eso fue solo el comienzo de una aventura que continúan viviendo hoy y que les ha valido el reconcimiento que recibieron el pasado jueves por parte del Ayuntamiento de Jerez. El acto, que tuvo lugar en el Alcázar, estuvo presidido por la alcaldesa, Mamen Sánchez, y otros miembros de la coporación local, como el teniente de alcaldía y delegado de Dinamización Cultural y Patrimonio, Urbanismo y Seguridad, Francisco Camas.
Después de las oposiciones que les dio a estas mujeres el primer pasaporte a su sueño, llegó la academia de Policía. Explica Mariluz Rojo, una de las pioneras, que en ese momento “no sentí una discriminación por mi sexo, pero sino una actitud protectora por parte de mis compañeros, que mucho eran mayores que yo y me trataban como a una hija”. Pero no todo fueron flores en el camino: “no te voy a decir que sintiera discriminación porque no es verdad. Pero en la academia sí sentí momentos de mucha soledad porque allí yo era la única mujer entre 44 hombres. Estaban ahí, pero no es lo mismo que tener una compañera más a tu lado”.
Aún hoy siguen notando que hay quien se sorprende al verlas vestidas de uniforme: “siempre te encuentras al padre que le pega codazos al hijo cuando te ven patrullar. Pero también nos encontramos con la imagen hermosa de las niñas pequeñas que nos miran con asombro. Tal vez pensando que algún día les gustaría vestir el uniforme”. Pero todo eso lo llevan con normalidad porque “es nuestra vida, es algo que para nosotros está muy normalizado”. Aunque es cierto que en la Policía Local de Jerez hay solo 12 mujeres repartidas en distintas unidades policiales.
Mariluz sonríe al contar que el hecho de ser mujer  “a veces hace que te respeten más: cuando detienes a alguien, se mide porque en ti está viendo a una madre o a una hermana”.
Al acto, al que acudieron oficiales de todas las provincias andaluzas, sirvió de celebración de que no están solas. Son muchas las que un día optaron por romper el molde. Allí se pusieron nombre y cara. Eran compañeras de profesión, y además les unía el mismo espíritu de lucha y de creencia en que la mujer puede, y de hecho está, en pie de igualdad en un mundo profesional y que “estamos igual de capacitadas”.

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