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¿Quién se ocupa de la educación sexual?

Si muchos padres se atrevieran a hablar abiertamente del tema con sus hijos constatarían que no se ha avanzado mucho

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La mayoría opina que los jóvenes de ahora sí que saben de sexualidad y es que cualquier comparación de la juventud tardo franquista o de inicios de la Transición con la actual no tiene color en ese tema. Pero tampoco puede confundirse la mayor libertad para vivir la sexualidad con un verdadero conocimiento y preparación en ese tema. Los padres que piensan que ya se imparte en los colegios, confunden la educación sexual con una lección de anatomía de los órganos reproductores masculino y femenino. Esta pobre lección no incluye más que el dibujo de la parte externa del clítoris porque no se le considera importante en la reproducción. El principal órgano sexual del 52% de la población sigue siendo un gran desconocido, aunque ahora todos sepan de su existencia. Hasta las investigaciones sobre él son recientes.

Fue en 1998,  gracias a los estudios de la uróloga australiana Helen O’Connell, que conocimos anatómicamente el clítoris, con anterioridad no solía aparecer en los manuales de medicina.Lo que explica que la mayoría de la población nunca haya visto un dibujo anatómico del clítoris. Aparte de la asignatura de Biología, se hablaba algo en Ciudadanía que quedó recortado por la LOMCE. ¿No había una ley socialista de 2010 que obligaba a tratar la educación sexual en los centros?  Efectivamente, la hubo, en la práctica esto ha quedado a la libre disposición del centro. En la mayoría de los casos son las empresas de higiene femenina quienes dan estas charlas incluidas en las tutorías, saliendo así del paso. Sólo excepcionalmente son impartidas por profesionales de los centros de orientación familiar, ahora denominados de atención a la mujer, porque son escasos y han sufrido recortes, por no hablar del recelo que despierta en muchos centros escolares. No saben que entre sus funciones están las de educar en valores, en el respeto, en la igualdad,  y eliminar tabúes.

Si muchos padres se atrevieran a hablar abiertamente del tema con sus hijos constatarían que no se ha avanzado mucho, ni siquiera en información sobre prevención de embarazos: son muchos los jóvenes que siguen recurriendo a la marcha atrás. Ni en prevención de enfermedades de contagio sexual: el uso del preservativo ha bajado desde que desapareció la alarma del SIDA. Además la derecha ni siquiera ha continuado con las campañas donde las empresas del sector los regalaban, para ellos es importante seguir tapándose los ojos. Después de revisar de dónde puede proceder la información de los jóvenes, puede concluirse que la educación sexual queda en manos de los amigos e internet en un número demasiado elevado de casos. Los amigos perpetúan  mitos antediluvianos  y la búsqueda en internet queda reducida a prácticas y pornografía. 

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