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Jerez

Afectada por listeriosis: “He estado muy mal; creí que me moría”

Esmeralda Valle es una de las jerezanas afectadas por la bacteria. Nos relata su odisea desde que comió carne mechada contaminada en un bar de Cádiz en agosto

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  • Esmeralda junto a su marido, muestra los documentos de su convalecencia -

Esmeralda Valle, de 52 años, y vecina de Madre de Dios, ha ganado la batalla al cáncer de mama hasta en dos ocasiones, pero lo que nunca podría haberse imaginado es que iba a tener que estar en cama y con unos dolores de cabeza “insoportables”, vómitos y fiebre por tomarse una tapa de carne mechada como “plato final” en un almuerzo con su marido en un restaurante del centro de Cádiz. El domingo 18 de agosto, ella y su esposo, Andrés Renato, fueron a almorzar al bar de unos amigos -ella nació en Cádiz pero lleva años residiendo en Jerez- ajenos a la alerta sanitaria decretada en Andalucía por listeriosis cuatro días antes. “Yo no soy mucho de carne, la mechada me gusta, porque no sabe tanto a carne, le echas tu limoncito y tu sal y la comes bien”, señala, recordando cómo le insistió a su marido para que la probara. Ahora se alegra de que a Andrés no le apeteciera, porque le consta que un camarero y un familia de la dueña también están afectados por listeriosis tras comer la carne mechada.                                             

“Nos hemos sentido desamparados, no por los médicos, sino por las administraciones”

Ahora tiene claro que después de este episodio del que aún se recupera “ya no no como más carne, ninguna”. Los efectos no tardaron en llegar. Al día siguiente, Esmeralda se levantó con dolores de estómago, y pensó que habia comido algo que no le había sentado bien. No le dio mucha importancia. Pero por la tarde las molestias fueron a más. “Me entró frío y tenía mal cuerpo, muchos calambres, fiebre y muchas ganas de vomitar. Me metí en la cama. Fue horrible, tenía unos dolores de cabeza insoportables, estaba muy mal, creí que me moría”. Al ver a su mujer en este estado y  conocer por la televisión que había mucha alarma social por el tema de La Mechá, su esposo empezó a temerse lo peor y llamó al restaurante de sus amigos. “Fui directo, les pregunté si la carne que comió mi mujer pertenecía a la contaminada y me dijeron que sí, que la Junta les estaba retirando toda la existencia de La Mechá del bar; eso fue el día 20”. Mientras tanto, Esmeralda seguía en cama, sin sospechar lo que se le venía encima. “Mi marido vino y me dijo que no me asustara pero que nos íbamos al médico, y que ya había llamado al 061”. Ella no daba crédito. “Yo había escuchado algo de la listeriosis en Sevilla, pero es verdad que no había estado pendiente de la televisión, porque en verano sales y entras más”, explica.

Ciertamente, Andrés “ya había hecho todas las gestiones” y había llamado al 061 para explicar los síntomas de su mujer y al otro lado del teléfono le mandaron a su médico de cabecera. Una vez allí, el doctor les dijo que no se alarmaran pero que se tenían que ir al Hospital de Jerez, adonde los derivó con un volante urgente. Allí le hicieron un cultivo y una analítica y le mandaron a casa con un tratamiento de antibióticos que ya ha terminado, ademàs de un jarabe que se tiene que tomar durante 66 días. “Me dijeron que tenía todos los síntomas, y que tenían que adelantarse con este tratamiento, el trato de los médicos fue excelente, porque he hablado con otra gente que ha estado mucho peor que yo, y mira que he estado mala, pero no he tenido que estar en la UCI. Si yo lo he pasado mal, no me puedo imaginar cómo lo han pasado ellos, porque yo no era persona”. Conocía la bacteria, pero no sabía de los efectos tan grave. “No sabía que podía causar muertes, y mira todo lo que ha pasado”.


Esmeralda, como otras tantas personas, asegura que se ha sentido “desamparada” y no por los médicos, sino por las administraciones, “porque el Ayuntamiento de Sevilla y  la Junta se han estado peleando y a los enfermos nos han dado por saco. Hasta ahora no han activado el protocolo para las embarazadas, y hay niños que no han podido nacer por culpa de la bacteria. Por esta razón,  ella y su marido han contactado con el bufete Ateneo Abogados, de Sevilla, donde han creado una plataforma de afectados por la listeriosis para asesorar a las víctimas. El marido de Esmeralda lo vio en internet y contactó por ellos. Su querella, y la de Fernando, de 45 años, también natural de Jerez, pero residente en Mairena del Alcor, que tomó carne mechada en un bar de San Juan de Aznalfarache antes de activarse la alerta, son de las primeras que han interpuesto en el Juzgado de Instrucción de Sevilla. “El día 15 saltó la alerta y a mi amiga  (propietaria del bar donde comió la carne mechada) no le retiraron la mercancía hasta el día 20. Estoy muy indignada”, sentencia Valle.

“Han fallado todos los protocolos”

La querella que han interpuesto estos dos jerezanos es contra Magrudis, la empresa que vendió los productos que causaron el brote, y contra el Ayuntamiento de Sevilla y la Junta como responsables civiles subsidiarios. “Han fallado todos los protocolos de actuación y Magrudis ha estado operando sin licencia”, señala Germán Grima, director de Expansión del citado bufete.

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