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Llegó la hora de la prueba de fuego para las escuelas infantiles

En la Escuela Infantil Montealto, con dos centros, convierten desde este martes los patios en aulas y tomarán la temperatura a los niños cada día

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  • Una imagen del patio de uno de los centros de Montealto. -
  • Admiten que "hay mucho miedo en general" y la "desprotección" que han sentido por parte de las administraciones

Las escuelas infantiles reabren este martes tras el cerrojazo que se vieron obligadas a dar en marzo ante la alerta sanitaria por  la pandemia del coronavirus. A nueve días de la fecha prevista para reanudar las clases en Infantil y Primaria, todas las miradas están puestas en ellos. Son los alumnos más vulnerables, los de la primera etapa de Educación Infantil (de 0 a 3 años), y serán los encargados de romper el hielo en medio de la lógica intranquilidad e incertidumbre de sus padres. La apertura de estos centros supone una verdadera prueba de fuego que ha robado muchas horas de sueño a sus directores, como asegura Eva María Sánchez, al frente de la Escuela Infantil Montealto, con dos centros -uno privado de 41 plazas y otro concertado con la Junta de 50-.

Llevo muchas noches sin dormir, es una responsabilidad brutal", señala la directora

“Llevo muchas noches sin dormir; es una responsabilidad brutal”, reconoce a Viva Jerez a tan sólo horas del retorno de los más pequeños a las clases, para lo cual se han organizado escrupulosamente casi desde marzo, realizando obras de adaptación en las instalaciones y con reuniones on line con las familias durante el verano para trasladarles toda la información. “Somos conscientes de que es difícil confiar en estas circunstancias, pero si no les transmites nada, las familias se ponen más nerviosas”, apunta, tras reconocer que “hay mucho miedo en general”, así como la “desprotección” que ha sentido en todo este tiempo por parte de las administraciones a la hora de prepararlo todo.  

En la mañana de este lunes, la veintena de empleados con la que cuentan en ambos centros se hizolas pruebas PCR en el centro de salud de referencia. Para alivio de todos, el resultado fue negativo en todos los casos, por lo que la plantilla, que se ha reforzado, podrán desempeñar al completo sus funciones desde hoy para atender a los niños, que llegaran al centro de forma escalonada. Para ello se han organizado a través de grupos de WhatsApp con los padres, dándoles un horario  conforme a su grupo de convivencia. En el centro privado han reducido la ratio a 15 alumnos, mientras que en el concertado mantienen los 20. Cada día a la entrada se tomará la temperatura a los niños y también al personal, contando además el centro con un registro medio de cada alumno, tras dar indicaciones a los padres para que se la tomasen en agosto. (No puede exceder de 37 grados centígrados).

Este curso, y siempre que el tiempo lo permita, los patios de los dos centros “se convertirán en aulas”, dado que las clases se darán al aire libre. Aunque la mayoría comerá en clase, también han cambiado el comedor a una estancia más accesible que evite cruzar por un aula como ocurría hasta ahora. Conscientes de la confianza depositada, Sánchez cree que la comisión Covid que han constituido ya es una garantía. “Hemos tirado de padres médicos de familias, internistas y pediatras; es decir está supervisado directamente por  expertos”, resalta. 

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