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La tribuna de Viva Sevilla

Sevilla literaria

La escritora María José Vidal Castillo nos habla de Sevilla, de la literatura y de las letras

Publicado: 12/01/2020 ·
22:17
· Actualizado: 12/01/2020 · 22:17
Autor

Viva Sevilla

La redacción de Viva Sevilla analiza el panorama social y político de la ciudad para que estés al tanto de todo

La tribuna de Viva Sevilla

Un paso más en el análisis de la actualidad sevillana. Reflexiones sobre lo que ocurre en la ciudad

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En un lugar de Sevilla del que Cervantes difícilmente podría olvidarse, la Cárcel Real, fue “engendrado” el Quijote. Rinconete y Cortadillo pasearon sobre el papel por las calles de Triana y la ciudad aparece mencionada en varias de las Novelas Ejemplares, como nos recuerdan los azulejos del viacrucis cervantino que recorren la capital.

Muchos han sido los escritores que tras visitar Sevilla, y qué decir de quienes han vivido aquí, han caído en la tentación de escribir sobre ella. Ni siquiera pudo evitarlo el eterno rival del manco de Lepanto, Lope de Vega, que en esto sí coincidió con él y con otro genio contemporáneo, Tirso de Molina, cuyo burlador alcanzó fama internacional gracias a Zorrilla y su Tenorio.

En Sevilla nacieron poetas como Vicente Aleixandre, Bécquer y Luis Cernuda. En ella estudió Juan Ramón Jiménez y murió Cecilia Böhl de Faber (Fernán Caballero). La ciudad vio triunfar a dramaturgos como los hermanos Álvarez Quintero y Lope de Rueda y en uno de sus patios se encuentra el limonero que inmortalizó Machado. También aquí ubicó el Duque de Rivas la residencia del protagonista de Don Álvaro o la fuerza del sino y, ya en fechas más recientes, reconocidos autores como Antonio Gala y Arturo Pérez Reverte la han elegido como escenario de alguna de sus novelas.

Sevilla ha sido cuna, anfitriona y fuente de inspiración para muchos grandes de la literatura, entre los que se encuentran algunos ilustres extranjeros, como Prosper Merimée, que con su Carmen dio a conocer en todo el mundo el oficio de las cigarreras. Y Dostoievski, quien eligió en castillo de San Jorge, junto al Guadalquivir y sede en la vida real del Santo Oficio, para describir un juicio de la Inquisición nada menos que a Jesucristo.

Y es que las calles de la capital hispalense están llenas de arte en todas sus manifestaciones, también la literaria, hasta el punto de que podría considerarse una de las capitales españolas de las letras.

Por este motivo, desde hace cuatro años, la ciudad de Sevilla da nombre a un concurso de relatos que persigue poner en valor, precisamente, la relación de la ciudad con la literatura.

Este año he sido finalista de este IV Premio literario Ciudad de Sevilla  con el relato “Un milagro por Santa Ana”, ambientado en la fiesta más popular de Triana y en el que la literatura comparte protagonismo con la música, pues ambas permiten transmitir emociones y contar historias.

Reproduzco un par de fragmentos de este texto, que ha sido publicado junto a los dos ganadores y el resto de finalistas de certamen por la editorial Samarcanda:

“-¿Usted lleva mucho en Sevilla? -le preguntó.

El anciano indicó con un gesto que así era, y que incluso había perdido la cuenta de los años.

-¿Y qué le trajo aquí? -insistió el joven.

-El amor- contestó.

-¿A la ciudad?- se interesó Antoñito.

-A una mujer, en realidad… -contestó, soltando una carcajada. Pero el otro llegó también poco después y aquí me quedé para siempre.

“Para siempre es demasiado tiempo”, pensó el joven, aunque no dijo nada.

-¿Y qué le enamoró de este lugar? -preguntó, en cambio.

-Todo, resumió. Para un artista como yo, ésta es la ciudad perfecta.

(…)

El joven se dejó guiar por aquel hombre, con el que recorrió las calles de Triana. Por el camino le habló de las Santas Justa y Rufina, alfareras de aquel antiguo arrabal; del aroma a azahar que invadía entera la ciudad en primavera; de Sor Ángela de Cruz, cuyo cuerpo incorrupto veneran los sevillanos; del patio cuyo recuerdo trasladaba a Antonio Machado a su infancia; de las hazañas de Joselito el Gallo y otros grandes del toreo; del famoso “No me ha dejado” de San Fernando y de tantos personajes reales y de leyenda que el joven no tuvo más remedio que reconocer que aquella ciudad era mucho más interesante de lo que había imaginado.

-Parece que tengo mucho por descubrir de Sevilla, concluyó.

-Y mucho por escribir, añadió el anciano.”

Porque Sevilla será eterna mientras su recuerdo perdure en quienes han disfrutado de ella y siga inspirando versos, canciones, cuadros, dramas, comedias y todo tipo de novelas y relatos. Como éste.

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