Hace apenas un mes, la Junta de Andalucía anunció que está trabajando en una nueva Ley de Bienestar Animal autonómica, con el objetivo de regular de forma integral todo lo concerniente a los animales y asegurar una tenencia responsable. Es decir, promover una mayor defensa, empatía, cuidado y respeto hacia los animales en toda la región: algo muy necesario pero no sólo en esta comunidad, sino en toda España.


Precisamente, hace unos meses, el vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, anunció prácticamente lo mismo pero a nivel estatal. Una nueva Ley de Bienestar y Protección Animal con el objetivo de acabar con el maltrato, los abandonos y garantizar el respeto y cuidado de los animales. De hecho, el Ejecutivo creó la Dirección General de Derechos de los Animales, la primera en toda la historia de este país, con ese fin. Si bien a día de hoy, nada se sabe de esa normativa.


La Real Sociedad Canina de España (RSCE), como principal entidad defensora de la figura del perro que lleva más de 100 años trabajando para ensalzar su figura como una parte imprescindible de la sociedad, fue citada a conversaciones con Derechos de los Animales para dar su punto de vista en cuanto a la nueva ley. A día de hoy, estos trabajos continúan, pero el momento actual, con una pandemia que sigue asolando España, han retrasado la entrada en vigor de esta legislación.


El problema es que se nos echa el tiempo encima, y esta normativa no puede demorarse más. En primer lugar, porque como vemos, las comunidades autónomas ya han empezado a actuar para atajar el problema que tiene España con el respeto hacia los animales. Sólo con el dato de que desde el fin del estado de alarma se han abandonado más de 2.000 animales podemos darnos cuenta de cómo los derechos de éstos no están garantizados, pues dichas prácticas siguen impunes. Por ello, es más necesario que nunca poner en marcha una ley que permita proteger a los animales no en una región concreta, sino en todo el país.


Los animales no entienden de territorios, entienden del cariño y amor que sus tutores les profesan y de poder vivir con dignidad en familias de las que se sienten parte. Y eso no sucede únicamente en algunas partes; se da en todas. Por lo tanto, y a la vista de que no sólo Andalucía está tomando cartas en el asunto (Castilla La Mancha aprobó su legislación hace un mes y comunidades como Aragón, La Rioja o Madrid la tienen desde hace unos años), es momento de aprobar una ley estatal única que armonice toda es legislación autonómica y permita que todos los animales tengan los mismos derechos en toda España.


Y que las penas y sanciones para quienes no les respetan sean las mismas. Porque no vale menos abandonar o maltratar a un animal en un sitio y más en otro. Es imprescindible que esto sea homogéneo si queremos de verdad lograr ese objetivo de abandono cero que en otros países de Europa es ya una realidad. Sobre todo, gracias a la educación y la cultura.


Esta legislación armonizada permitiría también educar en valores de empatía y respeto animal. Acercando la figura canina, por ejemplo, a los colegios y centros de estudio, para que los más pequeños empiecen a familiarizarse con ellos, o creando políticas de concienciación a todos los niveles.


También permitiría sacar del limbo legal en el que viven actualmente unos 3.000 criadores éticos, responsables y amantes de los animales que crían pequeñas camadas por pura pasión y que no tienen unas reglas de juego marcadas en toda España y temen sanciones por realizar una actividad sumamente cuidadosa y respetuosa.


Por ello, a pesar de las complicadas circunstancias que vivimos, no debemos dejar de lado a quienes nunca lo hacen. A los que están ahí en las buenas y en las malas, en la felicidad y en la tristeza y, sobre todo, en la salud y en la enfermedad. Nuestros animales.