Una
cuadrilla de Benalmádena se ha alzado este domingo en Málaga con el
55 Concurso Nacional de Albañilería de la Peña El Palustre, considerado por los profesionales del oficio en toda España como "
la Champions League de la albañilería".
Como cada año, los organizadores del certamen han rizado el rizo con la
dificultad del ejercicio que proponen a las cuadrillas participantes, en esta ocasión
32 equipos llegados desde distintos puntos del país.
En esta ocasión, la construcción a la que debían enfrentarse en un plazo de
cuatro horas, cuyos planos han conocido a las ocho de esta mañana, justo antes de comenzar el concurso, volvía a desafiar la gravedad, y de hecho
solo trece de las 32 se han quedado en pie, mientras que las demás se han derrumbado.
"Son
tres arcos sobre un tetraedro, y la dificultad geométrica son los
círculos inscritos en los triángulos, que han obligado a los concursantes a hacer unas cerchas desmontables", ha explicado Raúl Rejón, diseñador del ejercicio de este año y miembro del jurado.
La cuadrilla ganadora es la encabezada por
José Manuel Aliaga como oficial con Jorge López como ayudante, mientras que el segundo premio ha sido para Aleix Plana Hortoneda y Vasile Safta, desplazados desde Vila-Seca (Tarragona), y el tercero, para Javier Fernández Suazo y Óscar Miguel Tejera, de Plasencia (Cáceres), han informado a EFE fuentes de la organización.
Poco después de conocerse el palmarés, los ganadores han asegurado que tenían "
mucha ilusión" porque acuden al concurso "
siempre con esperanza, pero es muy difícil porque
siempre hay cuadrillas muy buenas", y desde que empezaron a participar en 2004 el mejor puesto que habían conseguido era el cuarto.
"Para el que le guste el oficio, esto es un enganche, como una droga,
algo fascinante, porque también ves a mucha gente de fuera", han asegurado los miembros de la cuadrilla ganadora.
Los trabajos de las cuadrillas participantes han podido ser seguidos en directo por el numeroso público que ha asistido a la plaza del barrio malagueño de El Palo donde tradicionalmente se desarrolla el concurso de albañilería más prestigioso y
más antiguo de España, al celebrarse
desde 1967.
El jurado valora tanto la
perfección técnica como estética de la pieza, y los ganadores reciben un trofeo y una dotación económica de
6.000 euros, que para los segundos es de 2.500 euros; para los terceros de 1.500, y para los cuartos, de 1.000 euros, a los que se suman cinco accésit de 250 euros, además de otros galardones.