El Unicaja salió indemne del infierno de Atenas y logró una importante victoria por 65-75 ante el AEK que le otorga el privilegio de jugar los cuartos de final de BCL. Era el objetivo marcado y se logró con mucho oficio. Los de Ibon ya tienen lo que querían, gozar de la ventaja de campo en una eliminatoria previa a la Final Four que será al mejor de tres partidos, de los cuales dos se jugarían en el Carpena si fuera necesario.
Un atajo que, además, tiene el premio de evitar a los primeros de grupo como Bonn o Lenovo Tenerife, principales equipos candidatos al título junto a los malagueños y que compartirán bombo como cabezas de serie.
La puesta en escena no pudo ser mejor para los cajistas, que habían echado de menos a Darío Brizuela en los últimos partidos, que era duda hasta el final por sus molestias físicas y que, para despejar cualquier preocupación, partió en el quinteto titular, anotó un triple y dio otras dos asistencias en las tres primeras posesiones de partido (que acabaría con 13 puntos) para un parcial de 0-7 muy esperanzador.
Los griegos, a través de su físico por dentro con el exbarcelonista Pierre Oriola y el portentoso pívot Akil Mitchell, respondieron igualando a canastas sin necesidad de tirar de tres, pero en la recta final del primer cuarto el Unicaja recuperó la solidez y marcó el ritmo a su antojo: acabar los primeros diez minutos con cero pérdidas era un síntoma de la concentración que debían tener para no dejar escapar un triunfo.
El encuentro entró en efervescencia, fruto de lo mucho que había en juego, y ambos equipos fueron al límite a cada rebote, a cada defensa. Los dos ya estaban en bonus antes de llegar al ecuador del segundo cuarto, cuando todavía reinaba en la calma tensa el Unicaja (26-30).
Aquello fue justo antes del tramo de caída (33-33), el de resurgimiento (33-39) y el de la redención de AEK justo antes de marchar al descanso con un 38-39 que era un claro mensaje en griego: no se admite ninguna relajación.
Le estaba costando mucho marcharse en el marcador al Unicaja, y eso que a la vuelta del descanso completó un parcial inmaculado, pero tenía enfrente a un rival difícil de tumbar, muy físico y que está preparado para ir a la guerra cuando es necesario.
Para alivio de los visitantes apareció Darío Brizuela, que cuando tiene su momento de inspiración, es capaz de meter tres de cuatro triples punteados tras bote de una dificultad tremenda.
La defensa ateniense era dura por dentro y los malagueños, entre buenos y malos parciales, se vieron con el 53-53 a falta de dos minutos para concluir el tercer cuarto, con Akil Mitchell y Brizuela con 13 puntos y un duelo más de cuartos de final que de fase de grupos del Top 16.
Ante ese poderío en la pintura estaba siendo fundamental el acierto reboteador y en el aro de Yankuba Sima, que para eso fue fichado, para no echar demasiado en falta a Augusto Lima en este tipo de partidos donde no todo se centre en la muñeca y el oficio de Will Thomas o el gran tiro de media distancia de David Kravish.
El pabellón del Ano Liossia Olympic Hall de Atenas rugía sin parar y en ese ambiente hostil tenían que aparecer los cañoneros del Unicaja, más allá de la Mamba Vasca, y uno de ellos es Tyson Carter, que cuando anotó su primer triple del encuentro completó sus definitivos 15 puntos en un instante de pura necesidad, con menos de siete minutos por jugarse y con el AEK al acecho (62-64).
Con los malagueños ganando de seis, el Unicaja pudo clavarle la puntilla al AEK en dos ataques mal finalizados que dieron opciones al rival en la recta final, pero los de Ilias Kantzouris no supieron recoger el guante y el Unicaja demostró su mejor versión defensiva: generaba pérdidas y puntos tras ellas, uno de los aspectos más decisivos de este partido.
Ficha técnica:
65- AEK: (15+23+17+10) Flionis (4), Petropuolos (0), Jankovic (9), Oriola 6), Mitchell (14) -quinteto inicial- Lemar (12), Miles (7), Papadakis (5), Gontikas (2), Koniaris (0), Xanthopuolos (5).
75- Unicaja: (21+18+20+16) Perry (1), Brizuela (13), Barreiro (3), Sima (10), Kravish (9) -quinteto inicial- Díaz (3), Kalinoski (3), Ejim (0), Carter (15), Thomas (9), Osetkowski (7).
Árbitros: Ademir Zurapovic (Bosnia), Wojciech Liszka (Polonia) y Martins Kozlovskis (Letonia).
Incidencias: Partido de la sexta y última jornada de la segunda fase de la Liga de Campeones FIBA celebrado en el Ano Liossia Olympic Hall de Atenas (Grecia).