La
falta de pago de los incentivos correspondientes a 2023 tiene de uñas a los trabajadores de Unicaja. Todo arranca de la decisión manifestada por la entidad en relación con los mismos de que “al no haberse cumplido las restricciones generales establecidas para la percepción de éstos, no corresponde su abono” y que, “de forma excepcional, y
solo para la red comercial, a las personas que hayan cumplido se les abonara una gratificación extraordinaria”.
Sin embargo, desde el sindicato mayoritario en la entidad,
Cesica, se manifestaba ante esta decisión que “
no sabemos para quién, ni qué importes, pero queda claro que las personas trabajadoras de servicios centrales, quedan excluidas”. Es una
medida unilateral de la dirección del banco que rechazan de plano, ya que consideran que
los empleados han cumplido con los criterios exigidos y que la entidad, se basa para al negativa en unos
parámetros que no justifica y que para el ejercicio 2023 "no había comunicado previamente"..
Todo ello, además, como señalaron fuentes de Cesica a Viva Málaga, más incomprensible aún si se tiene en cuenta las
cifras de beneficios obtenidos por Unicaja el pasado ejercicio, en el que además, los
accionistas, “han tenido un doble beneficio, al percibir
dividendo, pero también, al
revalorizarse sus acciones por la recompra ejecutada”. A ello se añade, la
subida, que en su día consideraron excesiva los sindicatos, de las
retribuciones de los directivos del banco, con el nuevo consejero delegado. Isidro Rubiales, a la cabeza.
De hecho, el clima entre trabajadores y empresa anda tan enrarecido por este y otros asuntos, que el sindicato
Suma+t convocó a principios de mayo una huelga en Unicaja debido al
reparto "arbitrario" de los incentivos a "solo una parte de los empleados y no en su totalidad".
Suma+t indicaba entonces que la entidad bancaria “ha estrenado su nueva etapa
triplicando los beneficios en los primeros cuatros meses del año hasta los 111 millones” y criticaba que, sin embargo, a pesar de los números, del cambio en
la presidencia con la llegada de José Sevilla y el nombramiento del nuevo CEO, Isidro Rubiales, “la política interna sigue siendo parecida a la anterior etapa dirigida por Manuel Menéndez”, lo que motivaba la convocatoria de los paros.
Desde este sindicato se ha puesto de manifiesto que se han dirigido en "multitud de ocasiones" a la empresa para que "se comunicara a los empleados cuál iba a ser el sistema de incentivos que iba a aplicarse el año pasado" al tiempo que ha subrayado que
"en ningún momento hemos tenido una respuesta oficial".
Desde
Cesica también incidían en que no se entiende que no se abone el incentivo, y que en el caso de la red comercial, sus trabajadores, que son los únicos que lo reciben,
cobren solo el 60% perdiendo el 40% restante que les corresponde. Esto, ha conseguido, según Cesica que “todo el mundo esté enfadado y una parte de la plantilla esté muy enfadada”.
Desde este sindicato no entienden que desde la dirección de Unicaja no
se incentive a toda la plantilla, ya que, como indicó a Viva Málaga Santiago Temprano, secretario de Comunicación y Medios de CESICA-FINE Unicaja, “que el banco genere
más confianza en la plantilla se traduce después en una mejora para la entidad porque, si trabajas a gusto, esto supone más productividad y más beneficios”, o lo que es lo mismo al final, si gana la entidad,
gana la plantilla y viceversa, lo que se conoce con el termino sajón de un win win: “No se entiende el desequilibrio y el
enrarecimiento de las relaciones laborales, no es bueno para ninguna de las partes”.
También en esta línea, desde el sindicato UGT en Unicaja se ha señalado que “este tipo de medidas solo van encaminadas a la
desmotivación de la plantilla y solo pueden conseguir
que el negocio se resienta, si es eso lo que buscan, lo han hecho perfecto, pero si lo que quieren es que este banco tenga un futuro en solitario, medidas como esta no ayudan a su consecución”.
Del mismo modo, y
desde CCOO se exponía la queja de los trabajadores y trabajadoras con una frase muy llamativa: “La plantilla arde sin incentivos y sin motivación” ante una decisión unilateral de la empresa que han considerado “indignante, desmotivadora, impropia del propósito de abrir una nueva etapa que la nueva dirección auguró”.