Lo lleva en la sangre, procedente del linaje Morente, Estrella Morente, es uno de los nombres del sector que no pasa desapercibido. Su padre Enrique Morente fue el espejo en el que mirarse para iniciar su carrera, pero sus casi 30 años en la música la avalan más allá del apellido que acompaña su nombre. Como ella misma dice en su página web, es fanática de los cantaores flamencos La Niña de los Peines, Camarón, Marchena y Vallejo. Era tal su amor por el arte que a los cuatro años ya entonaba cantes de Levante y a los siete cantó una taranta acompañada de la guitarra del maestro Sabicas. Su arte ha encandilado tanto a los flamencologos más exigentes como a roqueros como Lenny Kravitz. El debut de Estrella como cantaora tuvo lugar, con tan sólo dieciséis años, en la Gala de presentación de los Campeonatos de Esquí Alpino de Sierra Nevada.
Su primer disco, ‘Mi cante y un poema’ de canciones flamencas fue disco de platino y el segundo, ‘Calle del aire’ de canciones populares y navideñas, lo fue de oro. Gracias al éxito de sus discos, la cantante ha participado en numerosos festivales, como los del Bienal de Sevilla, el Festival de la Guitarra de Barcelona y el Festival Internacional de Música y Danza de Granada. Como no podía ser de otra forma, participó en ‘Omega’, disco de su padre. En 2005 se produjo su debut en el Barbican Centre de Londres e inició una serie de conciertos compartidos con su progenitor, por encargo del Festival Internacional de la Guitarra de Córdoba.
La cantaora granadina sigue llenando conciertos y cosechando éxitos. Su gira de 2024 arrancó el pasado 26 de junio en Atardeceres Larios de Málaga.
Estás de gira, has pasado por Málaga, pero pronto volverás y es uno de los destinos que más repites este verano. ¿Tienes una vinculación especial con la provincia?
Estamos en pleno verano y es cuando más espectáculos, festivales y eventos hay, pero Atardeceres Larios es especial, tanto en Málaga como en Alicante, el cantar tan cerca del mar con las olas detrás, abrazando de alguna forma nuestra música y embelleciendo escénicamente a través de su naturaleza y de su bravura, es indescriptible. Desde aquí le agradezco muchísimo tanto a Azahara Margon, como todo el equipo, que hayan contado conmigo para cantar en la ciudad que me enamoró un día y de la cual sigo absolutamente entregada que es mi Málaga. Con Alicante me pasa también algo parecido, tenemos familia y raíces en este lugar y para mí es muy especial que me hayan permitido colaborar en esta nueva entrega de Atardecer Larios. Se nota que hacen las cosas con un gusto exquisito y con una pasión que salta a la vista y nos repercute a todos los que de alguna manera formamos parte de esa pequeña gran familia.
¿También viajarás fuera de España?
Efectivamente, estaremos en la bienal de Holanda y también ahora vamos a girar por Italia. Pero primero cogeremos esa fuerza del Mediterráneo, esa salud y esa vida de nuestra tierra inigualable, que nos ayudará a trasladar de la mejor manera nuestras raíces en cualquier lugar del mundo.
¿Cuál es la canción que más te emociona interpretar en directo?
‘Adiós Málaga la bella’. Es una obra de mi padre, don Enrique Morente, dedicada a esta bellísima ciudad donde nacieron sus nietos… y uno de esos artistas favoritos, Pablo Picasso.
¿Cómo ha influido tu crianza en una familia de músicos en tu estilo musical y en tu carrera?
Dicen que somos lo que comemos, pero yo creo que también somos lo que escuchamos y lo que oímos, porque lo que escuchamos tiene también la capacidad de alimentarnos. En mi casa siempre escuché música buena, buenos textos, el respeto y la veneración a la literatura, a los grandes directores y actores de cine y de teatro. El conocimiento sobre autores como Cervantes y todos los poetas a los que le cantó mi padre. Además de todos los músicos que han pasado por casa desde que éramos niños, a mis hermanos y a mí nos ha influenciado muchísimo en nuestras propias carreras y nuestra forma de expresarnos en la vida no cabe duda.
¿Qué opinas sobre la evolución de la música flamenca en la actualidad?
Ante había que esperar a que el cantaor al que querías escuchar esa letra cantase y tú lo aprendieras de oídos; ahora, sin embargo, es muy fácil reproducir a los grandes maestros y eso es una gran fortuna, con lo cual creo que se está haciendo música muy buena, independientemente de los inventos y de las máquinas con las que también se están haciendo cosas interesantes. Por encima de todo, creo que hay un talentazo brutal en nuestro país del que estoy muy orgullosa como compañera y como profesional. Toda la gente más actual, de la modernidad más rabiosa y más absoluta de hoy en día, siguen las pautas y el camino de mi padre, como es el caso de Rosalía. Defienden la música libre, que es lo primero que nos han enseñado en casa, que no es precisamente hacer lo que te dé la gana, sino lo que uno siente de manera respetuosa y por supuesto libre, inmensamente libre.
¿Qué consejo le darías a los artistas que están empezando en la música?
A la gente que está empezando, tanto en la música como en todo, les diría que fuesen honestos con lo que hacen, que tengan convicción en su esfuerzo porque será el mismo que les respalde y su sacrificio será su mejor currículum; pero que la libertad, como decíamos antes, impere por encima de todo, que confíen en el trabajo que es lo dignifica a las personas.
¿Proyectos que tienes entre manos y futuros?
Estoy muy ilusionada con el disco que acabamos de publicar Rafael Riqueni y yo, que se llama ‘Estrella y Rafael’, donde le hacemos un homenaje a los grandes maestros como La Niña de los Peines y el Niño Ricardo, son dos grandes de aquella época insuperables. Por otra parte, seguimos en plena gira, visitando distintos festivales y escenarios. Además, al tener el estudio en casa, no sé si ha sido de las mejores o de las peores ideas que he podido tener, cualquier momento libre lo pasamos en el estudio. Es nuestra manera de descansar y seguir creando.