El coleccionista privado Juan Barco pagará 51.250 euros al año a la Diputación por ocupar la antigua sede del Patronato de Turismo Costa del Sol con sus piezas, que componen el recientemente estrenado museo taurino. El Gobierno del PP en el organismo supramunicipal ha aprobado, en solitario y en el último pleno ante de las elecciones municipales, un nuevo y polémico contrato con este empresario.
La última sesión plenaria de este mandato en la Diputación provincial no ha arrancado hasta que no estaban sobre la mesa las fotocopias con el informe favorable del interventor para someterlo a votación.
Los populares se amparan en que es un contrato “legal”; pero a los partidos en la oposición les parece “demasiado” favorable para el contratado en cuestión, el coleccionista Juan Barco. Hasta el punto de que el portavoz del PSOE en el organismo supramunicipal, Francisco Conejo, ha llegado a preguntarle al presidente de la Diputación, “¿qué relación tiene o qué le une a él para este regalo?”.
Ha sido una adjudicación directa. La de un edificio de 1.500 metros cuadrados, en pleno centro, en la Plaza del Siglo, y durante 20 años para que el empresario exponga su colección privada de obras de arte relacionadas con el mundo de la tauromaquia. Unas 300 piezas entre las que se encuentra el traje de luces que Picasso diseñó para Luis Miguel Dominguín. A ello, y en el mismo precio, se suman los derechos de explotación de un restaurante en la terraza y de una tienda. Todo por menos de 52.000 euros anuales.
La portavoz de Izquierda Unida, Toni Morillas, ha lamentado que el Gobierno del PP haya “dejado hipotecado” de esta forma el futuro de este edificio con este contrato que, tanto Morillas como Conejo, considera que no favorece ni a la ciudad ni a sus vecinos.
El nuevo contrato, eso si, mejora el anterior, más criticado aún que éste. En la relación pactada anteriormente con el coleccionista, la Diputación planteaba el pago de un canon, tan sólo en el caso de que el museo superara las 80.000 visitas anuales.