El consejero de Fomento y Vivienda, Felipe López, ha reclamado este viernes al Ayuntamiento de Málaga "un posicionamiento institucional" sobre el proyecto del metro en superficie hacia el Hospital Civil y no el informe negativo de un departamento municipal. Así, incidiendo en que la posición de la Junta "es clara y diáfana", ha confiado en que haya "una postura de sensatez" por parte de la Administración local y sobre todo que este asunto no acabe en los tribunales.
Respecto al informe de la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU) en el que se establece que el proyecto constructivo de prolongación de la línea 2 del metro al Hospital Civil no se adecua al planeamiento urbanístico, ha asegurado que los servicios técnicos de la Consejería "dicen exactamente lo contrario: no hay modificación de los viales, se discurre por el mismo viario; por tanto, no hacemos ninguna alteración de lo que es ahora mismo la definición de los usos que tiene establecidos el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU)".
En cualquier caso, ha hecho hincapié en que ese informe es sólo el pronunciamiento de un departamento municipal: "lo que hemos dicho al Ayuntamiento es que no queremos la posición de un servicio concreto, sino su posición institucional, por parte del Pleno, de la junta de gobierno local o de quien tenga capacidad para pronunciarse en nombre del Consistorio".
"No queremos el informe de la Gerencia de Urbanismo, sino el informe del Ayuntamiento de Málaga, de la institución; el posicionamiento político de la institución podrá nutrirse de los informes sectoriales que estime oportunos, pero tiene que haber una posición definida como órgano de gobierno y esa no la tenemos", ha manifestado.
EMPECINAMIENTO
En declaraciones a los periodistas tras una reunión en el Ayuntamiento de Manilva (Málaga), López ha dicho no entender "la posición de empecinamiento" del Ayuntamiento en relación con el tranvía al Hospital Civil y ha criticado que "intente cambiar la música a mitad de camino haciendo inviable un proyecto que es vital para la modernización del conjunto de la ciudad".
Para el titular andaluz de Fomento, "la política tiene que estar para dar solución y respuesta positiva a las necesidades de los ciudadanos", y, en consecuencia, espera que "el Ayuntamiento cumpla lo que en su día pactó libremente", ya que, según ha dejado claro, "el proyecto del metro de Málaga no es un proyecto impuesto, sino compartido con la ciudad".
"El Consistorio se corresponsabilizó desde el principio, también en la cofinanciación, aunque todavía no haya pagado nada", ha precisado López, por lo que le ha pedido "sensatez", sobre todo "en un momento muy complicado para el conjunto de los ciudadanos y las administraciones públicas, con recursos muy escasos, en el que tenemos que ser muy escrupulosos a la hora de decidir cómo administrar esos recursos".
También ha apuntado que, independientemente de las consecuencias económicas de un bloqueo definitivo a la llegada del tranvía al Hospital Civil, se vería afectada "la movilidad sostenible de los ciudadanos", ya que "el metro es el método de transporte que tiene el menor impacto ambiental de todos los ensayados".
REUNIÓN CON DE LA TORRE
López ha comentado no tener "inconveniente" en reunirse con el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, "las veces que sean necesarias", pero, ha especificado, "no puede ser negando la mayor porque entonces no habrá posibilidad de entendimiento".
Ha incidido en que ese trazado del tranvía hacia la zona norte de la ciudad "es un compromiso que fue firmado por el Ayuntamiento y la Junta de Andalucía --en noviembre de 2013--- y, por tanto, no es el resultado de la improvisación ni de la casualidad, sino de querer conectar los cuatro distritos más poblados de Málaga".
"Hay un estudio económico detrás que avala que la explotación tiene que hacerse con el número de usuarios que aportan esos cuatro distritos, que es lo que equilibra el sistema de metro", ha señalado, advirtiendo de que "eso no se puede poner en riesgo por una posición que no está fundamentada por parte del Ayuntamiento y que a la postre significa intentar cambiar a mitad de camino el curso normal de los acontecimientos".
Un camino que, tal y como ha precisado, "debe acabar con todo el sistema operativo en el verano de 2018, dando servicio a 21 millones de malagueños a través de un método que hará posible una ciudad más habitable y sostenible, con desplazamientos más rápidos y seguros". "En la dirección, precisamente, de lo que está planteando el conjunto de las ciudades europeas", ha aseverado.