La bandera de la moderación y el miedo a los extremismos ha funcionado. Al menos en Málaga, donde el PP abre brecha con el resto de partidos, y supera al segundo, el PSOE, en 55.000 votos. Los dos partidos que tradicionalmente se alternan en el poder, vuelven a recuperar terreno a costa de los emergentes, cuya estela de cambio se diluye entre el electorado. Con el 100 por ciento de los votos escrutados, el PP logra 4 diputados y 255.278 votos; el PSOE, 3 y 200.796 papeletas; Podemos afianza sus dos diputados con 1139.634 y Ciudadanos repite 2, con 120.801.
El PP logra casi seis puntos más que en las elecciones de diciembre, y gracias sobre todo a su crecimiento en los grandes municipios a costa de Ciudadanos. Sólo en la capital saca 6.000 votos más que su marca de diciembre, y crece en grandes núcleos como Torremolinos, Antequera, Marbella, Mijas, Rincón o Fuengirola.
Los populares echaron el resto en la campaña con la presencia de su líder Mariano Rajoy y buena parte de la dirección nacional, con el propósito de asegurarse la victoria en una provincia que decidía nada menos que 11 diputados, vital también para Andalucía. Y el resultado ha certificado su apuesta por esta tierra. Ganan en las cabeceras de comarca como Ronda o Antequera, Málaga, Fuengirola, Rincón o Torremolinos, donde duplica a los socialistas pese a que estos gobiernan el municipio. Marbella o Mijas son otras plazas donde crecen. Ciudadanos es cuarta fuerza con 12.000 votos menos que en diciembre y pierde también impulso en los grandes pueblos.
En el PSOE el segundo puesto es agridulce. Aunque suben en porcentaje de apoyos, siguen a gran distancia del PP y vuelven a resentirse en la costa. En Rincón se quedan en tercera posición con mil votos menos, los mismos que pierden en Vélez y muchos más en Marbella. En la capital apenas varía su resultado.
Los socialistas habían centrado sus esfuerzos en los pequeños núcleos, lo que les ha permitido aumentar su porcentaje frente a diciembre y marcar distancias con las siglas a su izquierda, pero se quedan como estaban, con 3 diputados, a uno de los populares.
El impulso que vaticinaban las encuestas para la coalición entre Izquierda Unida y Podemos se ha quedado a medias o directamente en fracaso. Pierden 47.000 votos en el conjunto de la provincia, y solo en la capital han sumado 19.000 menos. En el municipio de residencia de Alberto Garzón, Rincón de la Victoria, IU y Podemos consiguieron hace seis meses por separado más del doble de apoyos que en estas elecciones. Entonces IU estuvo a punto de mantener el diputado por Málaga.