Agentes de la Policía Nacional han detenido en Málaga a un joven de 27 años por su presunta implicación en diez robos con violencia o intimidación perpetrados en apenas una semana en la zona norte de la capital malagueña.
Según las pesquisas, supuestamente, el investigado se acercaba a las víctimas e inmediatamente las intimidaba, llegando en alguna ocasión a agredirlas con algún objeto punzante, hasta conseguir sustraerles los efectos de valor y, en otros casos, dándoles un tirón del bolso.
La investigación policial se inició el pasado 17, la denuncia interpuesta por un ciudadano ponía en conocimiento de la Policía Nacional un robo con violencia perpetrado en el Camino de Casabermeja en la zona norte de la capital, según han informado desde la Policía Nacional en un comunicado.
En la denuncia relataba cómo minutos antes de las 16.30 horas un hombre se le acercó y cogiéndolo por el cuello, le intimidó y agredió hasta conseguir robarle la cartera con la documentación y el dinero que portaba. Seguidamente, huyó del lugar a pie.
Inmediatamente se estableció un dispositivo policial con la finalidad de esclarecer los hechos y detener al autor. Las primeras pesquisas condujeron a los investigadores hasta un hombre de 27 años y nacionalidad española, como el presunto responsable del robo.
Centradas las pesquisas en torno a esta persona, se pudo comprobar que también estaría detrás de otros ocho robos, todos perpetrados de idéntico modo y en la misma zona. Dos de ellos, además, cometidos en menos de una hora.
En plena investigación, --el pasado día 20--, sobre las 12.30 horas, fue localizado y detenido por una dotación policial en la zona del camino del Jardín Botánico. Paralelamente, la sala del 091 informaba sobre otro robo con violencia que momentos antes había tenido lugar en las inmediaciones por un individuo cuyas características se correspondía plenamente con las del arrestado.
Según la Policía Nacional, el investigado se dirigía a los viandantes y tras intimidarles con algún objeto punzante, conseguía sustraerles sus efectos de valor, en la mayoría de los casos monederos y teléfonos móviles. En otras ocasiones, sustraía el bolso a sus víctimas de un fuerte tirón.
