El cineasta sevillano Santi Amodeo juega entre dos aguas, entre la comedia y el drama, con su nueva película, "Yo, mi mujer y mi mujer muerta", una coproducción hispanoargentina que ha presentado este jueves en la sección oficial a concurso del vigésimo segundo Festival de Cine en Español de Málaga.
El protagonista es un catedrático de Buenos Aires de 63 años, interpretado por Oscar Martínez, que acaba de enviudar y, para cumplir el deseo de su esposa, debe viajar a la Costa del Sol, donde ella nació y pasaba un mes al año con su hermana, para esparcir sus cenizas en el mar, lo que le permitirá descubrir que no la conocía tanto como pensaba.
La historia nació en un momento en el que Amodeo estaba escribiendo cosas "sobre el duelo" y se propuso, "casi como un ejercicio, hacer una estructura clásica del viaje del héroe y unirla a las distintas etapas del duelo", ha explicado el director en rueda de prensa.
"Intenté darle un poco de humor, que no se vieran las costuras y que la estructura no pesara más que la historia, y la cosa fue creciendo hasta que se convirtió en un guion y en una película", ha añadido.
Aunque en Argentina "se ha vendido como una comedia", el director y guionista deseaba "jugar entre dos aguas" y hacer "una película amable, no un drama que vaya hacia el drama, pero que sí tiene elementos dramáticos".
La idea inicial era de un protagonista británico que viajara a la Costa del Sol, pero a Amodeo le "asustó" el idioma y tener que rodar en inglés y pensó "en un país que tuviera también un punto orgánico, y España y Argentina tienen lazos muy grandes y son países muy similares con sus diferencias".
La coproducción vino de la mano de Oscar Martínez ("El ciudadano ilustre", "Toc Toc"), porque sus socios argentinos se comprometieron a entrar en el proyecto si el actor aceptaba el papel y, cuando así lo hizo, "todo encajó".
El propio actor argentino ve la película "claramente" como una "comedia dramática, un género muy contemporáneo y habitual, que no es un drama a secas ni una comedia a secas".
"Como pasa en las comedias dramáticas, uno se ríe como espectador de las cosas que los personajes padecen", ha añadido el actor argentino, que ha desvelado que una de las cosas que más le atrajo es el "arco" de su personaje.
Considera que el "ingrediente humorístico" que aporta el personaje que interpreta Carlos Areces "le viene muy bien a la película, porque si no sería demasiado tensa y melodramática y perdería interés".
"La vida se parece más a una comedia dramática que a un drama o a una comedia a secas", ha aseverado Martínez, al que le interesó "el viaje interior" de ese protagonista "más que el viaje físico".
Ese personaje "cree que la vida ya no tiene sorpresas para él, es un hombre presumido que piensa que lo sabe todo de su mujer muerta y en general y, como suele ocurrir cuando la gente está tan segura, la vida le demuestra que tiene bastante que aprender".
Para Carlos Areces, este papel supone "un cambio", porque es "un 'bon vivant' que se aprovecha del personaje de Oscar", pero nunca había hecho personajes "que no fueran bobalicones" y con Amodeo ha podido trabajar en un punto "mucho más neutro" que el que le suelen pedir.