En un contexto de desaceleración mundial, Málaga sigue creciendo, aunque a un ritmo más moderado, según el Colegio de Economista. La provincia cerraría el año con un crecimiento del 2,6 por ciento en el Producto Interior Bruto (PIB), frente al 1,9 de España y al 2,3 de Andalucía, gracias principalmente al sector servicios, al incremento de las exportaciones y al sector de la construcción, en menor medida.
“Málaga tiene una mejor solvencia, vamos a crecer en menor medida, pero por encima del resto”, ha asegurado el decano del Colegio de Economistas, Juan Carlos Robles, durante la presentación del Barómetro Económico de Málaga correspondiente al tercer trimestre del año. Así, ha querido mandar un mensaje de tranquilidad alegando que “nos podemos dar con un canto en los dientes”, ya que las previsiones del estudios apuntan a que la provincia cerrará este ejercicio siendo “puntera en Andalucía en crecimiento económico y de empleo y consolidándose como motor de la comunidad de forma estable”, ha dicho.
Asimismo, el punto de inflexión lo marca el sector inmobiliario, ha subrayado Robles, aunque ha dejado claro que estamos “lejos de una burbuja inmobiliaria”. En referencia a ello, ha resaltado que se está produciendo un “ajuste de precios propio de cuando ha habido un crecimiento demasiado acelerado”, añadiendo que a pesar del aumento del número de sociedades que se han disuelto, “sigue siendo un dato positivo”: Una de cada tres empresas que se crean en Andalucía lo hacen en Málaga, ha celebrado.
Por su parte, el presidente de la Comisión Financiera del Consejo General de Economistas y vicedecano de la institución, Antonio Pedraza, ha indicado que debido a las construcciones que se están llevando a cabo en la capital malagueña, como la zona oeste, Martiricos o Teatinos, se produce una “sobreoferta” que “va a ser muy difícil de digerir”. Esta situación, ha adelantado, puede producir que el precio de la vivienda se ajuste a la baja, si bien ha reiterado que “es una tranquilidad que no existe una burbuja”.
Además, Pedraza ha detallado la amenaza que podría suponer el Brexit para la economía malagueña. “Este periodo de transición y dubitativo no está afectando en la venida de turistas, sino a la adquisición de viviendas”, ha advertido, explicando está ligado a que “no se mejoren o se empeoren las condiciones que el no residente o el residente tiene para establecerse en España”.
Por último, el director de servicios de estudios, Fernando del Alcázar, ha indicado que la economía de Málaga “se topa con un suelo sólido de crecimiento, basado en la fortaleza del sector turístico, en la recuperación del poder adquisitivo que tienen los trabajadores y la recuperación de las exportaciones y del crédito”.
“Lo que siempre es positivo en Málaga es el turismo”, ha incidido, haciendo referencia a que Málaga vuelve a incrementar el número de turistas en un 4,3 por ciento en el último trimestre, frente al 2,23 por ciento del mismo periodo del 2018. Un número que se une a la recuperación de las exportaciones, que han crecido en 54 millones de forma interanual, según el estudio.