La Cátedra de Viabilidad Empresarial de la Universidad de Málaga (UMA) y la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM) pone en marcha una "herramienta de auxilio" que, en un plazo de 72 horas, ofrece gratuitamente a las empresas un diagnóstico de su viabilidad empresarial tras la incidencia del COVID-19 en el tejido productivo.
Así lo han presentado este viernes el presidente de la Cátedra, Daniel Pastor, y el presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía y de Málaga, Javier González de Lara, quienes se han reunido a través de un webinar con el tejido productivo malagueño interesado en conocer esta iniciativa pionera, así como diferentes universidades nacionales, como la Universidad Complutense de Madrid o la Universidad Autonómica de Murcia.
Al respecto, González de Lara ha señalado que "no todo es ver si se puede dar una subvención o aval, que bienvenida sea, sino ayudar a pensar cómo puede ser más viable una empresa", por lo que el servicio "nace con la vocación de servir de mecanismo de auxilio para salvar al máximo de empresas".
Se trata de la elaboración de un diagnóstico de la situación de solvencia en la que se encuentra una empresa y, a raíz del cual, se puede solicitar orientación a ambas entidades para conocer "cómo afrontar los próximos meses en los que el COVID-19 sigue amenazando".
El proceso comienza con la entrega por parte de la empresa de información sobre la misma basada en siete u ocho parámetros, en los que se incluye la deuda vencida y la pendiente de vencimiento, un certificado de deuda con las administraciones públicas o el volumen y situación de los empleados de la empresa.
A raíz de ello, la Cátedra de Viabilidad Empresarial de la UMA realiza, en el plazo de 72 horas, un informe con el que, ha señalado Pastor, "lo que queremos es que las empresas tomen las medidas precorrectoras antes de verse abocadas a una situación concursal".
Dicho informe consta de tres apartados, comenzando con un análisis financiero donde se estudia las necesidades operativas de fondo o la situación de liquidez de la empresa; tras el que se analiza si alguna de las salidas que permite la ley se adapta a la compañía. Por último, si la empresa pasa estas dos situaciones, "analizamos si usted debe estar avocado a una solución de otro tipo, bien concursal o de venta de la compañía o de unidades productivas", ha explicado.
El fin, ha añadido, es aportar a la empresa una orientación con carácter científico de la incidencia del COVID sobre su situación patrimonial y de solvencia y, en el caso de cierre, que lo haga con todas las garantías legales, ha concluido, insistiendo en que es una herramienta "ágil, intuitiva y con un lenguaje sencillo elaborada desde la esperanza".
En esta línea, el presidente de la CEM ha lamentado que "todavía hay empresas que tienen problemas para retomar su actividad con normalidad", alegando que de los 125.000 trabajadores malagueños que en los meses de pandemia han entrado en ERTE, siguen aún 27.000. "El daño ha sido importante y la situación es preocupante", ha reconocido, pues una de cada tres empresas de la provincia tuvieron que parar su actividad por completo y desaparecieron más de 2.000", ha recordado.
Por el contrario, ha apuntado González de Lara, el número de autónomos se ha incrementado de los 120.100 a los 120.800 y esto, ha dicho, "es porque todo el mundo está luchando para sacar su negocio adelante y ahí es donde tenemos que aportar confianza".
Aunque ha señalado que no se puede hacer ninguna previsión de la evolución del tejido empresarial tras el COVID hasta que no pase un año, ha afirmado que "el tema está en cómo garantizamos su solvencia, viabilidad y recursos. Tenemos que generar confianza e intentar darles herramientas a los propios empresarios para que confíen en que pueden salir adelante y esto es lo que hacemos con este proyecto", ha concluido.