Partes únicas del ADN del coral pueden indicar una mayor tolerancia al estrés ambiental, según un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Melbourne, en Australia. Los hallazgos podrían actuar como una guía para los nuevos programas de restauración y manejo de los arrecifes, incluyendo la cría selectiva de los corales y la migración asistida para aumentar las poblaciones de corales más tolerantes al estrés.
La investigación, que se detalla en un artículo publicado en 'Science Advances', fue dirigido por el exestudiante de doctorado en el Instituto Australiano de Ciencias Marinas (AIMS @ JCU), el doctor Young Jin y la profesora Madeleine van Oppen, de la Universidad de Melbourne y el Instituto Australiano de Ciencias Marinas (AIMS).
Se sabe a partir de varios estudios en una variedad de organismos, incluyendo los corales, que los factores de estrés como la temperatura elevada del agua, la baja calidad del agua e, incluso, la infección por patógenos, producen un aumento de moléculas perjudiciales altamente reactivas al oxígeno (radicales libres) dentro de los tejidos.
Pero la capacidad de tolerar el estrés ambiental varía entre los individuos, por lo que el equipo buscó los más tolerantes al estrés del coral 'Acropora millepora' formadores comunes de arrecifes. El equipo tomó muestras de tejido de coral de sitios del arrecife a lo largo de la gran barrera de coral que estaban experimentando blanqueo, donde las microalgas que están dentro de los pólipos de coral mueren, dejando los tejidos blancos.
También simularon condiciones de blanqueo en el laboratorio mediante la exposición de los corales a altas temperaturas del agua. Se evaluó los genomas de corales salvajes y de laboratorio por 'biomarcadores' de estrés ambiental, secciones únicas de ADN, que se corresponden con la tolerancia a los radicales libres producidos por el estrés ambiental.
Uno de los marcadores genéticos que se dio a conocer representó un 30 por ciento de la variación observada en la capacidad de las colonias para hacer frente a los radicales libres. Van Oppen señala: "Se pueden identificar los corales que tienen una mayor capacidad para manejar el estrés ambiental a partir de su composición genética individual".
"Los marcadores genéticos que hemos identificado se pueden emplear fácilmente para crear mapas de distribución a fina escala sobre la tolerancia al estrés del coral, que pueden tener carácter informativo para el diseño de áreas marinas protegidas para la conservación de los corales", agrega.
"En el futuro, los administradores de arrecifes pueden considerar mover corales de una zona del arrecife a otra o para criar selectivamente los corales más tolerantes mediante el curce de las mayoría de los tolerantes al estrés. La identificación genética de las colonias con tolerancia al estrés puede guiar estos procesos para asegurar que se utilizan los genotipos más adecuados", concluye.