España perdió un total de 990 empleados dedicados a actividades de I+D en 2014, que se convierte en el cuarto año consecutivo en reducción de investigadores. Concretamente, se perdieron 478 plazas de organismos público, 485 de la enseñanza superior y 12 del sector privado, según las conclusiones del 'Informe COTEC 2016' sobre la innovación en España, que se ha presentado este viernes 13 de marzo en España en presencia del Rey Felipe VI.
De hecho, en los cuatro años que el sector público lleva reduciendo personal investigador, la plantilla de personas dedicadas a esta actividad se ha reducido un 17,2%, en las universidades y centros de Enseñanza Superior se ha reducido un 11,5% y en el sector privado (donde la reducción de 2014 es la quinta consecutiva) la reducción desde su máximo histórico de 2008 ha sido del 3,8%.
Así, en 2014 había un total de 200.233 personas dedicados profesionalmente a la I+D (1,5% menos que en 2013), de las cuales 122.235 (0,8% menos que en 2013) se dedicaban directamente a la investigación. Estas cifras sitúan a España en un promedio de 7 investigadores por cada 1.000 ocupados, frente a los 9,9 investigadores por cada 1.000 ocupados de Francia, los 8,9 de Reino Unido o los 7,9 que, de media, tienen los países de la UE.
En total, la inversión en I+D en España cayó un 1,5% en 2014 y suma ocho años seguidos de reducción presupuestaria, aunque la merma presupuestaria supone una deceleración de la caída registrada durante los años anteriores, que en 2013 fue de un 2,8% y en 2012, de un 5,6%,
El documento recoge los últimos datos disponibles sobre los presupuestos para investigación (correspondientes a 2014) y muestra como la reducción de la inversión se produjo tanto en el sector público y las universidades (-1,1%) como en el sector privado (-1,8%). Con la nueva caída, España incrementa la brecha respecto a los demás países europeos en términos de esfuerzo de inversión y se sitúa en una diferencia del 0,72% del PIB respecto de la media de la UE y del 1,15% respecto de la media de la OCDE. El informe señala que no se producía una diferencia de inversión como la registrada en 2014 desde 2002.
"UNA DÉCADA PERDIDA"
La exministra de Ciencia e Innovación y presidenta de COTEC, Cristina Garmendia, ha valorado las conclusiones sobre la inversión española en I+D en términos negativos y ha asegurado que la caída registrada durante los últimos años de crisis suponen "una década perdida" para la innovación española. Aún así, ha señalado que la reducción registrada en 2014 es la menor de los últimos años e indica un cambio de tendencia.
"Se ha producido una caída drástica que tardaremos mucho tiempo en remontar y que se explica por la inmadurez y la atomización de nuestro tejido innovador. Hay importantes déficits en el sector productivo que hay que solucionar. Así lo demuestra la baja participación del sector privado en la innovación y de gasto en I+D+i en España respecto a otros países", ha manifestado durante la presentación del informe.
Según los datos que aporta el informe, el peso de la contribución del sector privado español a la innovación española es del 47,1%, mientras que en la UE28 este porcentaje es del 54%. A su vez, la aportación de las Administraciones Públicas y los organismos dependientes es del 45,5% y la inversión procedente del extranjero, el 7,4% restante. Los autores del documento señalan que durante los últimos años se ha registrado una tendencia al aumento del peso de la financiación privada, aunque reconocen que "todavía esta lejos de la observada en la mayoría de los países desarrollados".
CINCO COMUNIDADES AUTÓNOMAS AUMENTAN LA INVERSIÓN
Pese a la reducción generalizada de la inversión en I+D, cinco comunidades autónomas incrementaron el gasto en actividades de Investigación e Innovación: La Rioja (+16,5%), Murcia (+4%), Galicia (+1,8%), Comunidad Valenciana (+1,3%) y Aragón (1,9%), pese a que País Vasco, Navarra, Madrid y Cataluña son las regiones en las que más esfuerzo (en términos de PIB) se realiza en actividades de I+D, todas ellas por encima del 1,26% de media que destinan las comunidades autónomas.
En el acumulado desde 2008, cinco regiones han reducido en más de una quinta parte el presupuesto para I+D: Asturias, Extremadura, Castilla-La Mancha, Cantabria, Canarias y Castilla y León, siendo esta última la que más ha reducido esta partida, con un recorte del 28,8%.
Además, en cuanto a la distribución de la inversión, se producen importantes divergencias entre comunidades autónomas respecto a la media nacional. Si el peso del sector privado en la inversión en I+D a nivel nacional se sitúa en el 47,1%, en regiones como País Vasco y Navarra este porcentaje se sitúa entre el 70% y el 80%. En cambio, en Baleares, Canarias y Extremadura está entre el 10% y el 2
0%.
LAS PYMES, A LA CABEZA DE LA INVERSIÓN PRIVADA
En este sentido, el informe destaca una "peculiaridad" del sistema investigador en España que consiste en un "elevado porcentaje de la I+D empresarial ejecutada por pymes", concretamente un 46,3%, según los datos de 2014. "Las pymes están haciendo una inversión muy grande en I+D y están invirtiendo por encima de la media de los países de la UE", ha asegurado Cristina Garmendia.
En total, las empresas españolas gastaron 6.758 millones de euros en I+D, un 1,8% menos que en 2013 y un 16% menos que el máximo de 2008, aunque la reducción entre 2013 y 2014 fue la menor de la serie. Ahora bien, la reducción de la inversión contrasta con el dato del número de empresas que declaran realizar actividades de I+D y que se ha reducido un 32% entre 2008 y 2014, el doble de lo que se ha reducido la inversión.
Pese a los recortes en I+D, el informe destaca el "crecimiento sostenido de la producción científica española" que ha llevado a las instituciones españolas a estar presentes en el 3,3% de los documentos de la base de datos Scopus frente al 2,8% de 2004. Este porcentaje alcanzó su máximo en 2012 con un índice del 3,5 y ha caído "ligeramente" en los dos años siguientes.
Aún así, constata "un claro declive en las solicitudes de patentes nacionales de origen español) (un 60% menos desde 2008) y la permanencia en el saldo negativo del comercio exterior de bienes de equipo y productos de alta tecnología, salvando el sector aeroepacial, que mantiene un saldo positivo desde 2009.