Estados Unidos reclamó este viernes un endurecimiento de las sanciones de la ONU contra Corea del Norte tras su lanzamiento de un misil intercontinental (ICBM), pero Rusia y China se mostraron totalmente en contra e insistieron en rebajar los castigos para estimular las negociaciones con Pionyang.
La embajadora estadounidense ante Naciones Unidas, Linda Thomas-Greenfield, adelantó ante el Consejo de Seguridad que su país va a proponer una resolución para "actualizar y endurecer" los castigos contra el Gobierno norcoreano.
EE.UU. no dio detalles sobre lo que pretende plantear al resto de países ni sobre cuándo podría someter ese proyecto al voto, un proceso que en casos anteriores ha llegado a alargarse semanas o incluso meses en medio de complejas negociaciones.
El actual régimen de sanciones, que se endureció de manera muy notable en 2016 y 2017, ha permanecido sin cambios en los últimos años, marcados por las históricas conversaciones entre el régimen de Kim Jong-un y la Administración estadounidense de Donald Trump.
Con el diálogo estancado desde 2019, Corea del Norte ha multiplicado recientemente sus ensayos armamentísticos y acumula ya trece misiles lanzados en lo que va de año.
El último y más importante, ayer jueves, rompió definitivamente la moratoria que se había autoimpuesto con respecto a los lanzamientos de ICBM, decisión que había tomado en la antesala de la primera cumbre Kim-Trump en 2018.
Thomas-Greenfield calificó la prueba como "una escalada descarada y sin provocación" por parte de Corea del Norte que requiere una respuesta inmediata por parte del Consejo de Seguridad.
En ese sentido, subrayó que este tipo de misiles balísticos de gran alcance pueden amenazar prácticamente a todos los países del mundo, por lo que la comunidad internacional en su conjunto debe hablar con claridad para frenar a Pionyang.
"Está claro que Corea del Norte ha aumentado sus provocaciones con impunidad mientras el Consejo ha permanecido en silencio", lamentó la diplomática estadounidense.
En medio de una fuerte división entre Occidente, de un lado, y Rusia y China, del otro, el máximo órgano de decisión de la ONU efectivamente ha dejado sin respuesta las últimas pruebas armamentísticas norcoreanas, que sí han sido condenadas a título individual por muchos de sus Estados miembros.
Este viernes, en una sesión de emergencia del Consejo de Seguridad, una mayoría de países denunciaron con claridad el lanzamiento del ICBM y varios de ellos, incluidos dos potencias con asientos permanentes (Francia y el Reino Unido), respaldaron la idea de endurecer las sanciones.
La delegación francesa destacó que es obvio que Pionyang está encontrando formas de esquivar los castigos para seguir financiando su programa de armas y pidió un refuerzo que incluya nuevas áreas como el ciberespacio.
Rusia y China, sin embargo, dejaron inmediatamente claro que no van a permitir que se aprueben más sanciones y que, al contrario, lo que quieren es que estas se suavicen.
Así, volvieron a defender una propuesta que tienen desde hace tiempo sobre la mesa para aliviar los castigos en respuesta al parón en los ensayos nucleares y con ICBM que Corea del Norte ha observado en los últimos años y para recompensar la disposición al diálogo que mostró con Trump.
Moscú criticó hoy que el Consejo de Seguridad haya "ignorado" esos avances y dijo que reforzar las duras sanciones que ya existen atentaría directamente contra los ciudadanos del país y no solo contra los recursos del Gobierno.
El embajador chino, Zhang Jun, defendió que la ONU no puede centrarse "ciegamente en sanciones y presión" y que debe ser "prudente" y, por encima de todo, promover el diálogo.
Del bloqueo de las conversaciones, Pekín culpó principalmente a Estados Unidos, a quien acusó de no hacer nada para responder a las "legítimas demandas" de Pionyang.
"Estados Unidos debería mostrar sinceridad, dar pasos prácticos y hacer más esfuerzos para estabilizar la situación, construir confianza mutua y retomar el diálogo", defendió Zhang.
A pesar de todas las diferencias, los quince países del Consejo de Seguridad sí lograron ponerse de acuerdo hoy para aprobar por unanimidad una renovación del mandato del panel de expertos que se encarga de supervisar las sanciones a Corea del Norte.
El mandato se mantendrá sin cambios, después de que EE.UU. y sus aliados renunciaran a ampliarlo para extender las investigaciones sobre las supuestas violaciones de los castigos, dada la negativa de China y Rusia.