La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, considera que Europa debe evitar riesgos y dependencias problemáticas en las relaciones económicas con China, pero no tiene por qué cortar lazos con un país que considera clave para abordar desafíos conjuntos como el cambio climático.
"Para la UE es importante evitar riesgos, pero no cortar relaciones con China. Evitar el riesgo significa que no queremos dependencias como las que hemos tenido en el pasado con los combustibles fósiles de Rusia", ha expuesto la jefa del Ejecutivo comunitario en una entrevista a Europa Press y un grupo de agencias de la European Newsroom.
En este sentido, la 'popular' alemana ha señalado, en plena competencia política y económica de China con Estados Unidos, que el bloque europeo hace bien en diversificar sus recursos y reforzar sus cadenas de producción con socios afines, pero ha insistido en el papel del gigante asiático en desafíos globales. "Es importante por ejemplo trabajar juntos en la lucha contra el cambio climático", ha dicho sobre la cooperación con Pekín.
Von der Leyen reitera que China debe permitir unas condiciones de igualdad y un acceso justo a las empresas europeas al mercado chino, además de aportar más transparencia sobre subsidios y un compromiso claro con la propiedad intelectual. "Todos estos temas son elementos del principio de evitar riesgos, pero no romper con China", ha señalado.
Estas declaraciones llegan en plena tensión entre Washington y Pekín y después de que ambas potencias hayan anunciado importantes inyecciones para inversiones tecnológicas y desarrollar energías verdes, un paquete de 369.000 millones de dólares (343.705 millones de euros) en el caso estadounidense y de 280.000 millones de dólares (260.806 millones de euros) en el caso chino.
Acciones que Bruselas quiere contrarrestar con una batería de medidas para reforzar la política industrial europea, entre otras iniciativas, como reformar el mercado eléctrico, potenciar la industria 'limpia' y reducir la dependencia en suministros de terceros para posicionar a la UE como un digno competidor en la carrera 'verde'.