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Expertos critican la revisión del Estado autonómico del PP

La actualización del Estado autonómico planteada por el líder del PP, Mariano Rajoy, ha abierto un debate entre expertos de las universidades españolas y mientras unos muestran intranquilidad ante una propuesta que dicen amenazante, otros valoran su sensatez y apelan al consenso entre PSOE y PP.

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La actualización del Estado autonómico planteada por el líder del PP, Mariano Rajoy, ha abierto un debate entre expertos de las universidades españolas y mientras unos muestran intranquilidad ante una propuesta que dicen amenazante, otros valoran su sensatez y apelan al consenso entre PSOE y PP.

Así lo han manifestado a EFE catedráticos de distintas universidades españolas como la Complutense de Madrid, la Universidad Autónoma de Barcelona, la Pablo de Olavide, en Sevilla, y la Universidad de Educación a Distancia (UNED).


Esta semana, Rajoy consideraba "imprescindible" que España afrontase "una actualización del Estado autonómico ya que existe una administración excesiva en la que se solapan ámbitos de decisión".

"No podemos permitir -decía- que la madeja administrativa de tres administraciones ahogue la energía de la sociedad civil" y comentaba que la existencia de "tres ventanillas" aumentaba la inseguridad jurídica y, además, era antieconómico.

En declaraciones a EFE, el catedrático de Opinión Pública de la Universidad Complutense Fermín Bouza considera que la propuesta de Rajoy es "una auténtica amenaza" de quienes "se han empeñado en presentarse a sí mismos como salvadores del Estado autonómico".

A juicio de Bouza, el mensaje de Rajoy "no es tranquilizante", "suena a amenaza más que a análisis racional de las autonomías" y, además, entra de lleno "en la arena política electoral".

El catedrático de Sociología en la Universidad Pablo de Olavide, en Sevilla, y catedrático Príncipe de Asturias, Xavier Coller, enmarca las palabras de Rajoy en período pre-electoral, que es cuando se realizan propuestas de este tipo "para animar la actividad política", y cree que están en línea de continuidad con las ideas del partido.

Coller afirma que el Estado de las autonomías, tal y como está hoy, es irreversible pero reconoce que existen mecanismos de reversibilidad al no estar cerrado el proceso autonómico.

Así, recuerda que la Constitución prevé que el Gobierno central pueda suspender o eliminar alguna autonomía aunque asegura que eso, hoy, "no se le ocurriría a nadie".

Para el catedrático de Derecho Penal de la Universidad Autónoma de Barcelona Joan Joseph Queralt el problema reside en que a Rajoy el Estado autonómico "no le gusta".

Queralt propone fortalecer el Estado autonómico y "achicar" el Estado central y recuerda que si hay administración autonómica en sanidad, cultura y buena parte de trabajo no deberían existir "duplicidades" en la administración central, con los ministerios correspondientes.

Este catedrático asegura que el PP se mueve en una idea "obsesiva" de Estado centralizado "donde un funcionario, de tres al cuarto, se cree que en Cataluña hablamos dos idiomas para fastidiarle".

En el extremo contrario se sitúa el catedrático de Teoría del Estado de la UNED Andrés de Blas Guerrero que califica de sensata la propuesta de Rajoy, si bien entiende que el problema está en los medios para conseguir unos objetivos.

Para De Blas la solución "más barata y fácil de llevar a la práctica" no es embarcarse en un proceso de reformas legales sino el pacto autonómico y el consenso entre los dos grandes partidos.

El catedrático estima que este pacto debería contar con el apoyo de las comunidades y cree que no tiene porqué haber hostilidad sino colaboración institucional.

También el catedrático de Derecho Constitucional de la UNED Antonio Torres del Moral opina que es necesario detener el adelgazamiento del poder central ya que son éstos los principales gestores de la solidaridad y deben tener recursos y facultades para ello.

Torres del Moral critica que se "picotee de aquí y allá según aprieten las circunstancias" y apuesta por cerrar el sistema "de manera que las sucesivas reformas estatutarias sean meramente técnicas y no de remoción del sistema de autogobierno".

El catedrático insiste en que los partidos políticos abandonen el "encanallamiento cainita" en el que están sumidos y convengan una política de Estado que remate la obra constituyente de hace 32 años.

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