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El constructor Ortiz, de "jefe" a "canalla" en el sumario del Brugal del PGOU

"El jefe", "ansioso" o "canalla" son algunos de los epítetos que usan algunos de los interlocutores del constructor Enrique Ortiz.

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"El jefe", "ansioso" o "canalla" son algunos de los epítetos que, con mayor o menor fortuna, usan algunos de los interlocutores del constructor Enrique Ortiz en las conversaciones telefónicas que figuran en el sumario del caso Brugal, referido a las supuestas ilegalidades en el PGOU de Alicante.

Según el sumario judicial, de más de 8.000 folios y al que ha tenido acceso EFE, Ortiz es el auténtico epicentro de la investigación sobre las presuntas irregularidades del planeamiento urbanístico de Alicante, ya que la actual alcaldesa, Sonia Castedo, y su antecesor, Luis Díaz Alperi, ambos del PP, diseñaron el Plan a su "medida" con regalos y dádivas por medio, según la fiscalía Anticorrupción.

Ortiz ha sido citado como imputado para declarar en el juzgado número 5 de Alicante el próximo 4 de julio y suma esta imputación a la que tiene en otra de las piezas del Brugal, la relativa a las posibles irregularidades en la adjudicación del plan zonal de residuos de la comarca de la Vega Baja.

En una conversación con un directivo de un grupo inmobiliario, Vicente Pérez, éste le dice a Ortiz que "eres una maravilla" porque ha conseguido un documento importante, a lo que, efectivamente, el constructor no duda en replicarle: "Soy una máquina".

En otro diálogo, un alto cargo de Caja Mediterráneo (CAM), Daniel Gil, le llama "ansioso" debido a sus prisas por avanzar en una operación urbanística en la partida de Aguamarga para la finalmente no construida Ciudad de la Economía de la ciudad.

En otro de los centenares de pinchazos telefónicos, que la policía atribuye con el empresario alicantino Antonio Arias, éste inicia el diálogo con un "Enriquito, canalla" para, posteriormente, felicitarle por una reciente adjudicación en Valencia por 35 millones de euros, de la que Ortiz replica que "no está mal".

Entonces, Arias desea que ese contrato sirva para que "no te quejes tanto, coño", a lo que "Don Enrique" le confiesa: "No está mal, pero tengo que llorar más porque yo soy la 'polla insaciable'", tras lo cual ambos ríen.

En el sumario abundan las conversaciones telefónicas entre el constructor con Castedo y Díaz Alperi en las que se refleja el alto grado de amistad y de connivencia mutuo.

"Oye, ¿me quieres más que a los demás?", le preguntó el 26 de agosto de 2008 Alperi al empresario, quien no dudó en tranquilizarle: "Mucho más que a los demás".

Dos semanas después de estas muestras de cariño, el 11 de septiembre, Alperi telefoneó a Ortiz para darle la primicia de que en un cuarto de hora iba a desvelar en una rueda de prensa convocada con poca antelación que dimitía irrevocablemente a favor de Castedo.

Según relató el todavía alcalde al constructor, la llamada se produjo delante del president de la Generalitat, Francisco Camps, del de la Diputación, José Joaquín Ripoll, y de la propia Castedo.

Después de alentar a Alperi con un "joder, qué huevos tienes", el aún alcalde, incluso, le pasó el teléfono a Castedo y, de esta forma, Ortiz pudo convertirse en el primero de los alicantinos en dirigirse personalmente a la popular con un "buenas tardes señora alcaldesa".

Tras devolver el aparato a Alperi, el constructor comenta: "Bueno, dentro de un rato ya no serás mi amigo el alcalde, sólo serás mi amigo", a lo que el todavía regidor respondió "eso espero" antes de quedar en "celebrar" el nuevo estatus del político.

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