El Tribunal Superior de Villavicencio ha condenado a 33 años de cárcel a José Crisanto Gómez Tapiero, el hombre que cuidó al hijo de Clara Rojas mientras estuvo secuestrada por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
La sede judicial ha considerado que es culpable de los delitos de secuestro extorsivo agravado, rebelión, fraude procesal y falso testimonio y por ello le ha condenado a 33 años de cárcel y al pago de una multa de 5.000 salarios mínimos.
Además, el órgano de segunda instancia ha emitido una orden de captura en su contra, por lo que agentes del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía se dirigen ya hacia su residencia para detenerle.
En una entrevista concedida al diario colombiano 'El Tiempo', Gómez Tapiero ha confesado que está "sorprendido" por el fallo judicial y ha adelantado que utilizará todas las herramientas a su disposición para recurrirlo.
"Está claro que la decisión es más política que jurídica", ha lamentado. "Pero me presentaré donde sea, yo nunca me he escondido a la justicia, no tengo nada qué temer, por eso no entiendo por qué dicen que me están buscando. Saben dónde estoy", ha añadido.
El Tribunal Superior de Villavicencio se ha pronunciado sobre el recurso presentado por la Unidad Nacional Antiextorsión y Secuestro de la Fiscalía contra el fallo emitido por un tribunal de primera instancia de Bogotá, que dejó en libertad a Gómez Tapiero.
El caso se remonta a 2004 cuando el hijo de Clara Rojas, Emmanuel, fue entregado a Gómez Tapiero por orden del jefe guerrillero 'Martín Sombra' --conocido como el carcelero de las FARC-- para que lo cuidara junto a sus hijos en su casa del departamento de Guaviare (centro).
En 2007, sus vecinos alertaron al Instituto de Bienestar Familiar de Colombia (ICBF) sobre el mal estado de Emmanuel, por lo que pasó a manos estatales y fue ingresado en un hospital local con malaria, leishmaniasis, desnutrición y un brazo fracturado.
En todos estos años, Emmanuel había figurado como Juan David Gómez Tapiero. En 2008, finalmente pudo reencontrarse con su madre, después de que fuera liberada unilateralmente por las FARC, gracias a la mediación del ex presidente venezolano Hugo Chávez.
Rojas fue secuestrada en 2002 junto a Íngrid Betancourt cuando ambas se encontraban en la selva colombiana rumbo a San Vicente del Caguán como parte de la campaña electoral, ya que eran candidatas a la Vicepresidencia y a la Presidencia por el Partido Verde Oxígeno.
Betancourt fue liberada en 2008, junto a once militares colombianos y a tres contratistas estadounidenses, en la llamada Operación Jaque, uno de los mayores éxitos políticos del entonces presidente colombiano, Álvaro Uribe.