Izquierda Unida arrancó anoche una campaña que pretende convertir las elecciones europeas del 7 de junio en una ?movilización popular contra la crisis?.
Izquierda Unida arrancó anoche una campaña que pretende convertir las elecciones europeas del 7 de junio en una “movilización popular contra la crisis” y tratará de captar a los votantes del PSOE desencantados con un partido que, según afirman, en lo económico no presenta diferencias con el Partido Popular.
Willy Meyer, cabeza de lista de Izquierda Unida, explicó que su voluntad es movilizar a la ciudadanía contra la crisis.
Por su parte, el cabeza de lista de UPyD, Francisco Sosa Wagner, aseguró que no quiere “un voto de castigo a nadie”, sino “enmendar” el bipartidismo que PSOE y PP plantean como una opción “no ya entre partidos, sino entre personas”.