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Austria debe repetir sus elecciones presidenciales por irregularidades

La repetición de las elecciones, con los mismos candidatos, se deberá realizar después del verano, probablemente a finales de septiembre o comienzos de octubre

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El Tribunal Constitucional de Austria invalidó las elecciones presidenciales del pasado 22 de mayo por irregularidades en el recuento de los votos y ordenó una repetición completa en todo el país.

Los resultados de esos comicios fueron impugnados por el ultranacionalista Partido Liberal de Austria (FPÖ), cuyo candidato, Norbert Hofer, había perdido por solo 30.000 votos de diferencia contra el ecologista Alexander Van der Bellen.

La repetición de las elecciones, con los mismos candidatos, se deberá realizar después del verano, probablemente a finales de septiembre o comienzos de octubre.

El presidente del Tribunal, Gerhart Holzinger, manifestó hoy al anunciar la decisión que las elecciones "son el fundamento de la democracia y es el deber del Tribunal mantener en funcionamiento ese fundamento".

"Nadie es perdedor y nadie es ganador (con esta decisión). Solo tenemos un objetivo: fortalecer la confianza en el Estado de Derecho y en la democracia", explicó el juez.

El Tribunal Constitucional de Austria está compuesto por 14 jueces, entre ellos su presidente, quien sin embargo no formó parte en la votación que dio lugar a esta decisión, sin precedentes en su dimensión en la historia democrática del país.

El presidente saliente del país, Heinz Fischer, termina su mandato el próximo 8 de julio y sus funciones serán asumidas de forma interina por los tres presidentes del Parlamento austríaco.

El FPÖ y su líder Heinz Christian Strache habían denunciado una larga serie de irregularidades en el recuento de los votos, aunque no aprobó pruebas sobre manipulaciones.

El Alto Tribunal interrogó durante las pasadas dos semanas a unos 90 testigos, entre ellos vocales regionales y locales de mesas electorales de todo el país.

Muchos testigos reconocieron que no se cumplió al pie de la letra la ley electoral, sobre todo en cuanto al momento y la forma de contar los votos depositados por correo.

Hasta ahora se habían repetido en Austria en el año 1970 y 1995 las elecciones parlamentarias aunque solo de forma parcial y en algunas pocas regionales.

En ambos casos, fue también el FPÖ que presentó la impugnación ante la Justicia.

Según explicó Holzinger hoy, fueron determinantes para la decisión de invalidar el resultado de las elecciones las irregularidades en el recuento del voto por correo en 14 de los 20 distritos electorales investigados.

En estos colegios, se abrieron los sobres con el voto por correo fuera de las sesiones oficiales de la autoridad electoral regional.

El juez destacó que con ello se violaron precisamente las normales legales que pretenden impedir posibles manipulaciones.

Agregó que los responsables de las comisiones electorales en ningún momento depositaron una sospecha sobre posibles manipulaciones, aunque eso no fue relevante para los jueces a la hora de tomar su decisión.

"Una prueba de que haya habido realmente manipulaciones no fue necesaria", concluyó Holzinger.

Otro factor tenido en cuenta fue la publicación antes del cierre de las urnas de resultados parciales, especialmente a los medios de comunicación, desde donde llegaron a las redes sociales, lo que también podría haber afectado la votación.

En una primera reacción, el canciller federal, el socialdemócrata Christian Kern, destacó hoy ante la prensa que "no debe haber dudas sobre la legitimidad de unas elecciones".

Por otra parte, subrayó que la invalidación anunciada hoy se debió "por un error formal y no por manipulaciones".

"Espero una campaña electoral corta, no emocional. Estamos interesados en que se realicen rápidamente las elecciones. Hago un llamamiento a los ciudadanos a que hagan uso de su derecho a votar", concluyó el canciller.

Preguntado sobre el daño para la imagen del país, Kern señaló que "no es algo para alegrarse", pero el trabajo del Tribunal "demuestra que la democracia y el Estado de Derecho funcionan" en Austria.

"No creo que haya que sobrevalorar el daño para la imagen del país", concluyó el canciller federal.

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