“La única solución ante la falta de lluvias continuadas es una aportación de agua externa”, ha declarado a la prensa en la sede del Ministerio el secretario de Estado de Medio Rural y Agua, Josep Puxeu. Ha explicado que la transferencia de agua se realizaría utilizando la actual tubería que se está construyendo desde el trasvase Tajo-Segura para abastecer a los municipios de la llanura manchega.
La eficiencia de este trasvase, ha subrayado Puxeu, puede ser superior al 70% “si impermeabilizamos algunas zonas del río Gigüela y usamos las infraestructuras del sistema de abastecimiento de la llanura manchega que se construyen actualmente”.
Las confederaciones del Tajo y Guadiana y la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha están trabajando en esta dirección y deben evaluar esta opción con las recomendaciones del Consejo Científico del Programa Hombre y la Biosfera (MaB).
“Es una situación grave pero no irreversible”, ha manifestado Puxeu, quien ha añadido que los incendios de turbas que registra el humedal son un “episodio no habitual pero tampoco excepcional”, causado por un periodo de sequía continuada.
“La gran diferencia es que por primera vez hay un esfuerzo definitivo de las Administraciones Públicas y de todos los ciudadanos para mantener con vida un humedal que es fundamental para todos nosotros”, ha destacado.
El secretario de Estado de Medio Rural y Agua, que visitó Las Tablas de Daimiel el pasado mes de junio, ha recordado que los dos problemas a los que se enfrenta el Parque Nacional es la invasión de plantas no autóctonas de ecosistema de humedal y el fraccionamiento de la masa de turba en la zona de compresión contra las arcillas.
Éste último es, según Puxeu, “un fenómeno que no es nuevo pero que se agrava con la sequía extrema”.
