Aseguró que afrontará sin problemas la polémica resultante de tomar esa medida
El presidente de EE.UU., Donald Trump, dijo hoy que pretende designar a los carteles mexicanos como organizaciones terroristas extranjeras, y aseguró que afrontará sin problemas la polémica resultante de tomar esa medida.
"Sí, designaré a los carteles de la droga. Absolutamente", dijo Trump al ser preguntado por la cuestión durante una entrevista de radio con el programa del conservador Bill O'Reilly.
El mandatario estadounidense reconoció que lleva trabajando en esa designación unos 90 días ya que "el proceso no es fácil".
Trump, no obstante, no detalló las consecuencias que tendrá la designación de estos carteles mexicanos como organizaciones terroristas en lo que a acciones se refiere.
"No voy a decir lo que voy a hacer", respondió Trump, preguntado por si usará drones para realizar ataques.
Sin embargo, admitió que le ha ofrecido al presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, colaboración en la lucha contra los carteles: "Le he ofrecido que nos deje entrar y limpiarlo todo, pero por el momento ha rechazado la oferta".
"Me gusta mucho el presidente (López Obrador), me llevo bien con este presidente, mucho mucho mejor que con el anterior (Enrique Peña Nieto), y en teoría este presidente tiene tendencias socialistas, pero creo que es un buen hombre", añadió.
Estados Unidos tiene una larga lista de organizaciones designadas como terroristas, en su mayoría de tendencia islamista, marxista o separatista.
Entre estas organizaciones se encuentran la palestina Hamás y la libanesa Hezbollah, la guerrilla colombiana Ejército de Liberación Nacional (ELN), los iraníes Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica o el grupo yihadista Estado Islámico (EI).
La designación de los carteles como terroristas puede acarrear nuevas sanciones contra estas organizaciones así como más recursos para combatirlas.
El canciller mexicano, Marcelo Ebrard, consideró este lunes "innecesario" calificar de "terrorismo" la actividad de los carteles tal y como pidieron al Gobierno de Estados Unidos familias mormonas víctimas de la masacre del 4 de noviembre.