La subida del Dow Jones de Wall Street redujo las pérdidas de algunas plazas europeas como Madrid y Fráncfort y llevó al terreno de las ganancias a otras como Londres y París pese a haber cedido con fuerza el resto de la negociación.
Londres subió un 1,16%, Fráncfort perdió un 1,12%, París ganó un 0,38% y Madrid bajó un 2,05%. Los mercados de valores del Viejo Continente abrieron con tendencias mixtas y obviaron la fuerte caída de las bolsas de Wall Street al cierre del miércoles y de algunos mercados asiáticos. El índice Nikkei de la Bolsa de Tokio logró reducir las pérdidas en los últimos compases de la negociación y cayó un 2,46%, lo que apoyó a las bolsas europeas en la apertura.
Sin embargo, los principales índices bursátiles de Europa se tiñeron de rojo a medida que avanzaba la negociación y se conocían algunas cifras empresariales y pronósticos para el conjunto del ejercicio. Los débiles resultados y las perspectivas poco halagüeñas de muchas compañías hacen pensar a muchos inversores que el debilitamiento económico es fuerte y que la crisis financiera ya ha llegado a la economía real. El euro se estabilizaba a un nivel bajo por encima de los 1,28 dólares.
Los resultados del fabricante automovilístico Daimler fueron peores de lo previsto y arrastraron al sector, que cayó en Europa una media del 4,6%. Daimler tuvo en el tercer trimestre un beneficio neto de 213 millones de euros pero bajó la ganancia operativa un 65,7% (hasta 648 millones de euros) por la crisis financiera y revisó a la baja sus pronósticos para 2008.
En la bolsa de Fráncfort, las acciones de Volkswagen cedieron un 5,8%, mientras las de BMW bajaron un 2,8% y las de Daimler, un 1,3% pero en algunas momentos de la negociación todas ellas llegaron a desplomarse más de un 7%.
El Banco Nacional de Suecia recortó los tipos de interés en 50 puntos básicos, hasta el 3,75%, para compensar los efectos de la crisis financiera en la coyuntura e impulsar el crecimiento, tan sólo 15 días después de anunciar una bajada similar conjunta con otras entidades monetaria. El sector bancario de Europa cayó una media del 2% por los resultados y las malas perspectivas del banco suizo Credit Suisse.