Un doble ataque perpetrado por presuntos yihadistas se saldó ayer con seis soldados muertos y una treintena entre los atacantes, según informó anoche el Estado Mayor de la Fuerzas Armadas Malienses (FAMA) en un comunicado.
El doble ataque tuvo lugar de forma casi simultánea en las localidades de Mondoro y Boulkessi, junto a la frontera con Burkina Faso, y si en esta ocasión los terroristas pudieron ser derrotados, fue gracias al apoyo prestado por la fuerza francesa Barkhane, que utilizó aviones Mirage y helicópteros Tigre para apoyar a las FAMA.
Los terroristas, por el momento de un grupo no identificado, eligieron esta vez como blancos un cuartel de las FAMA en Mondoro y otro en Boulkessi de la fuerza combinada G5-Sahel, formada por militares de Mali, Níger, Mauritania, Burkina y Chad.
Como es habitual, los presuntos yihadistas llegaron a ambos lugares en un convoy de motos y comenzaron a disparar contra los dos cuarteles en medio de la noche, lo que causó la muerte de seis soldados (todos malienses) y heridas a otros 18.
De inmediato, las FAMA pidieron ayuda a la fuerza Barkhane, y los franceses enviaron aviones Mirage y helicóperos Tigre para repeler a los atacantes, matando a una treintena y ahuyentando al resto, que dejaron sobre el lugar cuarenta motos, dos camionetas de tipo pick-up e "importantes lotes de material militar".
La intervención francesa, que ha resultado decisiva en esta ocasión, se produce cuando se levantan cada vez más voces en Mali, en el Sahel y en Francia contra la participación francesa en una guerra ajena, percibida ampliamente como un proyecto colonialista que no está logrando en absoluto rebajar los niveles de violencia.
Varios grupos yihadistas, fieles a Al Qaeda o al autodenominado Estado Islámico, pero también independientes, combaten sin cuartel a los estados de Mali, Níger, Burkina y Nigeria, habiendo convertido al Sahel en su principal zona de actividad en los últimos dos años.
