La Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales tiene abierta una línea de investigación acerca de los efectos de los cigarrillos electrónicos sobre la salud y regulará su uso, no permitiendo su consumo en los centros sanitarios y educativos, al tiempo que propondrá un acuerdo de Consejo de Gobierno para su regulación.
Los cigarrillos electrónicos son dispositivos electrónicos que suelen vaporizar una mezcla de nicotina, glicol de propileno y otros compuestos químicos. Es por ello que desde Andalucía se está realizando un estudio exhaustivo sobre la composición de estos productos a fin de poder determinar la existencia de posibles sustancias no declaradas entre sus componentes y su posible impacto sobre la salud de las personas.
Esta investigación se realiza entre la Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales y la de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, haciendo uso de la 'máquina que fuma' y que ya ha servido para hacer análisis de la composición de los cigarrillos.
A preguntas de Europa Press, la consejera del ramo, María José Sánchez Rubio, ha explicado que otra de las medidas que se está estudiando es reforzar la actuación inspectora, especialmente en lo referido a velar por que no se produzcan mensajes publicitarios engañosos que puedan vincular con la salud el consumo de cigarrillos electrónicos, todo ello en el marco de las competencias de la comunidad autónoma.
Así, los inspectores de salud, dentro del programa de inspección del tabaco, elaborarán un protocolo para vigilar que en los establecimientos en los que se venden estos productos no se utilicen mensajes que induzcan a que se trata de una terapia válida para dejar de fumar ni a pensar que tienen un efecto beneficioso sobre la salud.
Además, se estudia la apertura de una línea de información directa a los usuarios sobre este producto a través de la página web de la Consejería de Salud y del servicio Salud Responde.
Asimismo, y junto a las investigaciones abiertas sobre los efectos de este producto, la consejera ha aludido a la posibilidad de crear una guía para profesionales que aborde específicamente esta materia.
La Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales ha informado en un comunicado de que instará al Ministerio de Sanidad, Políticas Sociales e Igualdad a que establezca una normativa que regule a nivel nacional el uso de estos productos en tanto en cuanto países como Francia ha prohibido, desde el pasado mes de mayo, su uso en todos aquellos lugares en los que está prohibido fumar tabaco.
En esta línea, Malta lo ha prohibido en los espacios públicos cerrados, así como en bares, restaurantes y lugares de trabajo. Por su parte, Bélgica y Luxemburgo consideran el cigarrillo electrónico un producto de tabaco si contiene extractos de tabaco, e Italia ya anunció en julio de 2013 que quería prohibir su uso en los colegios y prohibir su venta para menores de 16 años.
La propia Organización Mundial de la Salud (OMS) ya ha declarado la prohibición de utilizar eslóganes sobre posibles beneficios para ayudar a las personas a dejar de fumar ligados a los cigarrillos electrónicos, ya que actualmente no existe evidencia científica que así lo corrobore.
EN ESPAÑA
Precisamente, la Agencia de Salud Pública de Cataluña (Aspcat), organismo de la Generalitat, anunció el pasado jueves su intención de adaptar los cigarrillos electrónicos a la ley antitabaco vigente, para lograr durante 2014 que no se puedan fumar en ningún espacio cerrado público o privado, con un anteproyecto de ley que se debatirá en el Parlamento.
Por su parte, este lunes la ministra de Sanidad, Política Social e Igualdad, Ana Mato, también ha afirmado que España esta trabajando con la Unión Europea en un futuro marco normativo que regule los cigarrillos electrónicos.
"Los cigarrillos electrónicos es una cuestión que tenemos que regular", ha afirmado en una entrevista a TVE recogida por Europa Press, donde ha aclarado que este debate ya esta sobre la mesa de Bruselas.