La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Granada ha condenado a nueve años de prisión a Luis M.J.S. por abusar sexualmente de forma continuada de la hija de su compañera sentimental desde que la niña tenía siete años y hasta los 11, tanto en su domicilio como en el de la madre, en Granada capital.
Según consta en la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, el procesado, de 50 años, comenzó a exhibirle películas pornográficas a la menor cuando iba con su madre a su domicilio, aprovechando las salidas de la progenitora.
Esta situación se repitió varias veces en las cuales el inculpado, "con ánimo de satisfacer su deseo sexual", le decía a la niña, que entonces tenía siete años, que de esa manera "era como ella tenía que hacer las cosas", "a modo de preparación", ya que después comenzaron a sucederse episodios de abusos sexuales.
El hombre le decía a la menor, según la resolución, de la que informa este jueves el diario 'Ideal', que no contase nada a su madre porque no la creería, y, tras un intento de relación sexual, cesaron los episodios, en el verano de 2008.
Durante los cuatro años en los que se sucedieron los abusos, que la menor contó tres años después por "temor" a no ser creída, ella se vio sometida a una "tensión adversa" para el correcto desarrollo de su personalidad, e incluso no quería confesar lo sucedido por no causar "infelicidad" a su madre, cuyo ánimo decaía cuando cesaba la relación que mantenía con el procesado.
Por otra parte, el hombre se hizo con la dirección de 'Messenger' de una prima de la niña, un año menor que ella, con la cual mantuvo, a través del ordenador, una conversación en la que empleaba términos "absolutamente inapropiados" para una menor de esa edad.
Durante el juicio, que tuvo lugar el pasado 26 de marzo, el acusado negó los hechos que se le atribuían, aunque sí reconoció que en un momento puntual le hizo tocamientos a la menor, lo que le "asustó" y le llevó a buscar apoyo profesional y recibir tratamiento psicológico.
La Fiscalía pedía inicialmente para él una pena de 10 años de prisión por un delito continuado de abusos sexuales con abuso carnal y una indemnización a su víctima de 30.000 euros, mientras que la acusación particular, que representa a los padres y que ha sido ejercida por la letrada Yolanda Solana, de la Asociación de Mujeres Víctimas de Violencia Sexual (Amuvi) y socia de Litigalia, elevaba esa petición a los 14 años de cárcel, sumándole a ese delito, el de provocación sexual y abuso sexual continuado, y la indemnización a los 60.000 euros.
Finalmente, los magistrados le han condenado a nueve años de prisión por un delito continuado de abusos sexuales cometidos contra menor de edad en situación de especial vulnerabilidad, con la prohibición de acercarse a menos de 500 metros o de comunicarse por cualquier medio por plazo de diez años con la menor, a quien deberá indemnizar en la cantidad de 30.000 euros, según consta en el fallo, contra el que cabe recurso de casación ante el Tribunal Supremo.
