El Juzgado de lo Penal 2 de Motril ha ordenado el aplazamiento del juicio previsto para este jueves por el accidente laboral que costó la vida a un trabajador en la fábrica de Ron Montero de la ciudad costera granadina, en julio de 2014.
Según han informado a Europa Press fuentes del caso, el juicio, que sentará en el banquillo a la que era administradora de la empresa y al técnico de prevención de riesgos laborales, está previsto que se celebre los próximos días 5 y 6 de abril, después de que no haya podido comenzar este jueves por la incomparecencia de un testigo.
La Fiscalía pide para los dos acusados penas de tres años y cuatro meses de prisión por supuesto delito contra la seguridad de los trabajadores en concurso con otro de homicidio por imprudencia profesional grave, según consta en el auto de apertura de juicio oral, al que ha tenido acceso Europa Press, el cual detalla que el Ministerio Público les pide indemnizaciones por valor de 1.125.000 y 600.000 euros a los otros dos trabajadores heridos de gravedad.
Por su parte, las acusaciones particulares que representan a los estos dos trabajadores heridos de gravedad en el accidente piden más de cinco años de prisión, y de dos años y medio, en cada uno de los casos, por supuestas lesiones por imprudencia profesional grave.
El accidente se registró sobre las 16,20 horas del miércoles 2 de julio de 2014 en la citada fábrica, donde se produjo una primera explosión --posteriormente hubo dos más-- en un depósito de alcohol con capacidad para 30.000 litros.
La deflagración, que destruyó la parte del techo donde se encontraba el depósito, dado que la mayor fuerza de la onda expansiva salió por la parte superior, provocó un incendio dentro del bidón que los bomberos tardaron varias horas en extinguir, puesto que hubo que esperar hasta que se consumiera el alcohol para evitar que se reavivaran las llamas.
La explosión afectó a un total de tres trabajadores que se encontraban en ese momento en el lugar del accidente, dos de ellos hermanos. Uno salió por su propio pie de las instalaciones y los otros fueron acompañados por los Bomberos, que hallaron a uno de ellos "dentro de la ducha" que hay en el recinto, tras lo que fueron trasladados al Hospital Santa de Ana de Motril y, posteriormente a la Unidad de Grandes Quemados del Virgen del Rocío de Sevilla, donde uno de ellos falleció.