La Guardia Civil ha puesto a disposición judicial en calidad de investigados a tres septuagenarios granadinos como presuntos autores de un delito relativo a la protección de la flora y la fauna por utilizar lazos de cable de acero, considerados como artes prohibidas para la caza por tratarse de medios no selectivos en lo referente a la captura de animales.
Los ancianos investigados poseen un huerto en un cortijo del término municipal de Granada y estaban hartos de que los jabalíes les destrozasen las tomateras, así que decidieron proteger sus hortalizas colocando estratégicamente lazos de cable de acero a lo largo del huerto y mimetizándolos con ramas.
El problema de los lazos es que no distinguen al animal que cae en ellos, como le ocurrió al perro de unos vecinos del cortijo, según detalla en una nota la Guardia Civil.
Los jóvenes sacaron a pasear a su perro una noche y lo perdieron de vista. Al rato comenzó a ladrar y a chillar "de manera caótica" y le encontraron poco después herido atrapado en un lazo de acero.
La propietaria del perro llamó al día siguiente al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil de Granada para denunciar que su perro había sufrido heridas de consideración al quedar atrapado en un lazo en un cortijo cerca de su domicilio.
La patrulla del Seprona del Destacamento de Sierra Nevada inspeccionó el lugar donde el perro se quedó atrapado y localizó tres lazos estratégicamente dispuestos en una acequia y en las veredas de acceso a la finca; y un cuarto lazo, similar a los anteriores, colgado en la fachada del cortijo junto a la puerta de entrada. Uno de los investigados reconoció que los lazos los habían colocado él y sus dos amigos.
CAPTURA ILEGAL DE AVES
Por otra parte una patrulla del Seprona de la Guardia Civil de Loja ha investigado a cuatro vecinos de Montefrío de entre 22 y 32 años, como presuntos autores de un delito relativo a la protección de la flora y la fauna por capturar de manera ilegal cuarenta y un aves fringílidas.
En Andalucía desde 2018 no se autoriza la caza y captura de fringílidos después de que una directiva de la Unión Europea relativa a la protección de las aves obligara a España establecer medidas para conservar las especies de aves que viven en estado salvaje.
En este caso, además, los investigados utilizaron para la captura medios prohibidos por no selectivos, concretamente pegamento para roedores.
La patrulla del Seprona los sorprendió en el paraje Arroyo Milanos del término municipal de Huétor Vega y hasta el momento de la intervención habían conseguido capturar 37 jilgueros, un pardillo común, un gorrión y un verdecillo. Todas las aves fueron puestas en libertad en presencia de los investigados.
