La inestabilidad meteorológica está siendo la gran protagonista de la Semana Santa. Si el Sábado de Pasión el líquido elemento impidió la salida de la Virgen de la Guía, la lluvia reapareció el Martes Santo, obligando a la Cofradía de Nuestro Padre Jesús de los Afligidos y Nuestra Señora del Rosario a recortar su recorrido y regresar a su templo cuando se encontraban en la calle Calzada. Del mismo modo, la Cofradía del Santísimo Cristo del Calvario y Nuestra Señora del Consuelo, tuvo que resguardar sus dos pasos en la casa-hermandad de la Santa Cena, en la calle Santos.
Por su parte, el Miércoles Santo, la lluvia volvió a aparecer, aunque no perturbó el recorrido de las cuatro cofradías que salieron a la calle. La presencia masiva de los hermanos de las diferentes Corporaciones Bíblicas en la explanada de la Iglesia del Hospital para acompañar la salida de los pasos fue uno de los principales puntos de interés. También destacó la salida de los pasos de Nuestro Padre Jesús en el Lavatorio de los Pies, Nuestro Padre Jesús en la Oración del Huerto y de Nuestra Señora de la Victoria, sobre todo debido a las estrechas dimensiones del portón de la iglesia, lo que obligó a los costaleros a extremar la agilidad y la pericia. Por otra parte, la presencia del Humilde y la Amargura en las calles de la localidad constituyó todo un acontecimiento, ya que en ambos casos se trata de dos imágenes que cuentan con muchísima devoción. Un año más fue espectacular el encierro de la Amargura, que congregó a centenares de pontanenses que de viva voz acompañaron a coro la letra de la marcha “Recuerdo”.
