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Ronda

Un muerto muy vivo

Un rondeño descubre que las administraciones le daban por muerto desde 2009 cuando acudió a renovar su DNI. Lo curioso de este insólito error administrativo es que se trata de la segunda vez que le ocurre, puesto que en 2008 ya pasó por este mismo trance

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  • Cristóbal Ojeda -

Un muerto que está muy vivo. Esta es la particular historia de Cristóbal Ojeda, un rondeño que pasa los 50, y que este miércoles pasado supo que estaba muerto, al menos para las administraciones, que le dieron por fallecido en 2009 pese a estar vivo y coleando. Nuestro protagonista decidió renovar su Documento Nacional de Identidad tras hacerse socio de la Asociación Cultural Carnavalesca. Cuando tuvo que entregar copia del documento se percató de que estaba a punto de cumplir y decidió pedir una cita de renovación por Internet: “Tecleé mis datos y me salió un mensaje diciéndome que me pusiera de manera urgente en contacto con las oficinas donde hacen el DNI”. Y eso hizo. Y cuando llegó a la Comisaría de Ronda, entregó su documento aún vigente a una de las empleadas, éste “dio un salto en la silla y me dijo que estaba muerto”. Fallecido concretamente desde el 29 de enero del año 2009. Cuatro años casi enteros. “En la oficina todo el mundo empezó a reírse”.

Cristóbal aceptaría el asunto como una anécdota de no ser porque ya en 2008 le ocurrió lo mismo. Entonces ocurrió que fue a votar y comprobó que no estaba en el censo. Preguntó los motivos y le dijeron que por un error administrativo del Ayuntamiento, donde cambiaron su DNI por el de su padre, fallecido en mayo de ese año. Y lo de entonces fue una odisea, porque desde el Ministerio del Interior hasta el Ayuntamiento de Ronda, pasando por todo tipo de organismos y administraciones, tuvo que ser devuelto a la vida. Y nunca pudo imaginar que años más tarde pasaría por lo mismo: “Llevo vivo unas horas, desde las 12 de este mediodía”, apuntaba el jueves tras conseguir revivir mediante una fe de vida: “Esta vez ha sido mucho más fácil. Sólo estaba muerto para el Ministerio del Interior y la Seguridad Social”, y en lo uno se ha arreglado en el sistema público de protección ya tiene cita pedida para solventar la cuestión, puesto que ni siquiera consta que esté contribuyendo a su sostenimiento, con los problemas de puede derivar este asunto de cara a percibir determinadas prestaciones: “Los amigos y conocidos no se lo pueden creer. Se han reído todos mucho. Pero la verdad es que esta segunda vez que me han dado por fallecido me he preguntado fríamente qué hubiera ocurrido si en algún momento me hubieran pedido que me identificara. He pensado en alguna manifestación, y me he visto directamente en el calabozo por una suplantación de identidad”, concluyó.

Cristóbal se despide que tras volver a darle por muerto las administraciones “ya he nacido tres veces”, pero lo curioso del asunto es que tras estirar la pata ha resucitado en dos ocasiones.

Estos días en su perfil en una red social, Cristóbal Ojeda llegó a colgar una imagen de la muerte, con la tradicional capa negra y la guadaña, para bromear con sus escarceos con quien, por suerte y esperamos que por muchos años, nuestro protagonista aún no se ha encontrado de verdad. De momento, su relación sólo tiene que ver con las oficinas, porque aún por delante tiene un buen lío de papeles.

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