Desde este miércoles, el pueblo de Rota es socio oficial del Club de los Soñadores. Es un lugar en el que se vive bonito y en el cual sobran los motivos cuando faltan las razones. Un lugar donde a pesar de todo, los ojos ríen. El Club de los Soñadores es el lugar a la vera de Antoñito Molina, quien ha merecido el respeto y reconocimiento de todo su pueblo, que hoy se ha rendido ante él condecorándolo con uno de los mayores reconocimientos que el Ayuntamiento de la villa puede otorgar, la Urta de Oro.
Por la manera de “llevar por bandera a su pueblo” allá donde va, por nunca olvidar de dónde viene y sus tradiciones, Antonio Caballero Molina hoy llega a tocar un éxito que no entiende de reproducciones ni de ventas: el cariño y la estima de todo un pueblo.
El cantautor roteño ha recibido este miércoles, comenzando así las 53 Fiestas de la Urta, la Urta de Oro, en un acto institucional en el Salón Capitular del Castillo de Luna que celebra oficialmente ya este galardón pasando el intérprete y compositor a pasar a formar parte de la Orden de la Urta de Oro, quien fue designado por la misma como es tradición el pasado miércoles de Feria de Primavera.
Este jurado lo conforman miembros de la Orden de la Urta de Oro como son personas designadas anteriormente con esta condecoración, miembros de la Corporación Municipal y de la Junta de Gobierno que otorgan a una persona, entidad o empresa una de las máximas condecoraciones que otorga el Ayuntamiento de Rota, la Urta de Oro. Un reconocimiento a profesionales que con su trabajo promocionan los encantos turísticos y culturales del municipio de Rota más allá de sus fronteras.
En esta ocasión, el roteño ha destacado por ser Rota su fuente de inspiración porque “para ser quien es, necesita Rota”, decía uno de sus amigos en un vídeo de presentación del autor, en el que han participado además su padre, su madre y estrechos amigos del artista, fundamentales en su vida. Su autenticidad, sencillez, y sus amores incondicionales: Rota, su madre la música y su gente, lo hacen un artista que colecciona éxitos y que se ha esforzado al máximo por llegar donde está sin perder su norte: Rota.
Porque no solo la promoción de la ciudad va de la mano de las miles de personas que nos visitan en verano o las Banderas Azules que coleccionemos su gente hace “que Rota sea el destino idóneo”, decía Esther García, delegada de Turismo y Fiestas, quien ponía en valor la figura de Molina como artista que atraviesa fronteras para el cual la música siempre estuvo presente en todos los momentos de su vida. Pasando de formar el grupo de “El Tren de los sueños”, así como a vivir el Carnaval con su chirigota y acompañar con trompeta cada Semana Santa a la Banda Maestro Enrique Galán, Molina es un joven sencillo que ama a su gente y que va sumando discos a su carrera coleccionado fans en múltiples partes de la geografía española. Y aunque no todo ha sido un camino de rosas para él, puede decir que está en la mejor etapa de su carrera profesional.
Al cantautor “se le antojó” recordar esos momentos agridulces, de los cuales ha aprendido a valorar cada paso adelante. Este, emocionado y agradecido durante, recibió un diploma de condecoración de la Urta de Oro que certifica el mérito de este galardón entregado por la delegada Esther García y fue el primer edil, Javier Ruiz, quien le colocó en la solapa de su traje la insignia de la Urta de Oro.
Molino dijo sentirse agradecido por tal galardón y lanzó unas palabras de agradecimiento a todas las personas de Rota que le ayudaron cuando necesitó algo, a aquellas que creyeron en él, cuando en más de una ocasión, reconoció “faltaron los motivos”. La gente que siempre ha estado con él es su inspiración en cada nota y en ellos se en cuentra su padre y su madre, que siempre le apoyaron en su carrera, su Banda de Música, su chirigota, que le hizo confiar en sí mismo, a su manager y equipo, a sus amigos, familia y pareja y sobre todo a la gente de Rota, dijo, que sigue haciendo música y fomentando la tradición musical que pervive en esta tierra porque, dice, es a quien le debe que hoy sea cantautor y puso en valor las clases de música, canto, de instrumentos, a las bandas de música… “que hacen mucho por la educación musical de nuestro pueblo”.
Tras un vivo aplauso, que puso al público en pie, el alcalde de Rota felicitó al homenajeado y destacó que a través de su música, entre el pop y el flamenco, hoy fuera todo un auténtico embajador de nuestras raíces. El primer edil le agradeció que, aunque su agenda artística cada vez fuera más apretada, Molina no ha dejado de mantener vivas las tradiciones culturales de la localidad como la de salir con su banda o ensayar con su chirigota. Hoy goza de más de 600.000 oyentes mensuales en las plataformas digitales, pero no se le sube a la cabeza, apuntó el regidor. Su autenticidad y talento merece ser inspiración, dijo, de las nuevas generaciones, por su aportación a la cultura.
Para finalizar, este interpretó tocando el piano uno de sus últimos temas “El club de los soñadores” acompañado al baile por la bailaora Laura Pirri y dos de sus alumnas de su academia de baile. Una versión que puso los pelos de punta a muchos y que fue recibida con un gran aplauso. Además, Molina puso el broche interpretando con su guitarra lo que para él simboliza todo un “himno de Rota”, la canción del grupo roteño Ecos del Rocío dedicada a Rota, aprovechando que tres miembros del grupo se encontraban entre el público y a modo de homenaje para estos padres de las sevillanas, que le cantarán a su pueblo por última vez sobre un escenario este jueves a modo de despedida en el marco de su última gira.
Un momento que se vivió muy emocionante y que concluyó interpretando el Himno de Andalucía seguido de una infinita consecución de felicitaciones al cantautor por parte de fans, familiares, amigos del homenajeado miembros de la Corporación Municipal, autoridades, representantes de entidades de distintos ámbitos y artistas.
