El hueco que deja Justo de la Rosa es imposible de llenar. Así lo dejaron patente aquellos que le quisieron y compartieron con él numerosos momentos de su vida, a nivel personal o a nivel político. Izquierda Unida quiso ofrecerle en la tarde de ayer un homenaje sencillo, en la plaza que lleva su nombre, y además de asistir familiares de Justo y miembros de la asamblea local de IU, fueron muchas las personas que quisieron rendir homenaje a este político roteño, fallecido esta semana.
Un acto que no por sencillo fue menos emotivo. El concejal Antonio Franco, por ejemplo, dio lectura a un artículo que publicase en la antigua edición en papel de este periódico, entonces Rota Información, en 2005 con motivo de la rotulación de la plaza Justo de la Rosa. El ex concejal de IU Manuel J. Helices dio lectura a un poema dedicado a Justo, dos compañeros de partido como Esteban Gatón y Antonio Miguel Muñoz 'Chico', le dedicaron un pasodoble de carnaval escrito para la ocasión. También otro miembro de la asamblea, Manuel Martín-Arroyo, le dedicaba dos canciones de poemas de Alberti, y la concejal Lourdes Couñago, pese a no pertenecer al partido, prometía de nuevo su cargo sobre el Estatuto de Andalucía, una promesa personal que le hizo a Justo de la Rosa. Intervinieron también otras personas que le conocieron y apreciaron, como Severiano Alonso, Mercedes Rodríguez, del grupo de Memoria Histórica de Rota, o Rosa Bustamante, que fue compañera suya de Corporación, entre otros. Todo se desarrolló frente a un atril colocado en el centro de la plaza, y junto a un cartel con el rostro de Justo de la Rosa, sonriente, con el lema "hasta siempre compañero".
El objetivo no era otro que hacer partícipes a todos y compartir el sentimiento de pérdida pero sobre todo lo mucho que significó el que fuera primer concejal de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Rota. Un hombre que según destacaban Manuel Helices y Antonio Franco cuando hablaron con Viva Rota, "al que le quería más gente de la que le votaba".
Helices, emocionado, destacaba que "fue un acto hermoso, lleno de aprecio, cariño y respeto", y Antonio Franco, por su parte, y no menos emocionado que su compañero, dejó claro que el hueco que deja Justo de la Rosa "es tan grande que es imposible de llenar". Un hombre comprometido, siempre fiel a sus ideales, y combativo desde la concordia, y así fue recordado ayer.