El primero de los puentes de la vía ciclopeatonal entre San Fernando y Chiclana, que se enmarca en la ruta Eurovelo 8, ya se puede ver en todo su esplendor desde las marismas de ambos municipios y todo indica que la ruta estará terminada en el mes de septiembre.
Son más de cinco kilómetros de largo, cuatro pasarelas, siete vanos en los cruces y miradores con bancos para el descanso, entre otros elementos que conforman el paisaje.
Los trabajos se han llevado a cabo con la máxima cautela medioambiental dado el enclave en el que se desarrollan y el plazo de ejecución inicial ha sido de 16 meses, con una interrupción para respetar el período de reproducción de las aves, previéndose la conclusión a primeros de septiembre. Posiblemente y como en toda buena obra que se precie en estos tiempos, un poquito más tarde.
La ejecución de la vía ciclopeatonal entre San Fernando y Chiclana cuenta con una inversión de 2,6 millones de euros y se enmarca dentro de la ruta Eurovelo 8 de cicloturismo, que discurre de este a oeste a través de toda la costa mediterránea y pasa por once países europeos.
Para su ejecución, la Administración autonómica firmó un convenio de colaboración con los ayuntamientos de San Fernando y Chiclana de la Frontera para la puesta a disposición de los terrenos y posterior mantenimiento de la actuación.
El nuevo espacio se encuadra en una zona de alto valor cultural y medioambiental y discurrir íntegramente dentro del sistema de caños mareales de la Bahía, la actuación pone en valor no sólo este importante espacio sino e significativos lugares históricos relacionados con la Guerra de la Independencia.
La vía ciclopeatonal entre San Fernando y Chiclana une ambas ciudades a través de un recorrido de interpretación paisajística por el Parque Natural de la Bahía de Cádiz. El sendero comienza en el puente de la Vaera en San Fernando y finaliza en el recinto ferial de Chiclana. Discurre íntegramente dentro del ecosistema de caños dentro del ámbito de mayor concentración de salinas de Andalucía.
La gran ventaja además de la infraestructura en sí, es que se podrá pasear hasta Chiclana ida y vuelta en una hora, en función del paso de cada uno.
Además, uno de los problemas que se denunciaban por parte de los pescadores de Gallineras y del Ayuntamiento era que la altura del gálibo no permitía el paso de la Virgen del Carmen en la procesión marinera. Pues bien, la obra tenia que haberse terminado en junio pero lo hará en septiembre precisamente porque se ha atendido esa petición.
El problema del caño y el puente en esa zona es que al bajar la marea la canal se desplaza hacia la parte de Chiclana. La solución ha sido desplazar el gálibo hacia esa parte en vez del centro y subirlo la atura suficiente para que todo el mundo esté contento. Y la Virgen seguirá llegando a la Magdalena. Eso sí, la obra se ha retrasado. Otras se retrasan y no aportan nada.