El tiempo en: Sanlúcar

San Fernando

Jesús Muñoz Belizón llevará el nombre de La Isla al Mundial de Rugby Subacuático

Esta competición se celebrará en Montreal del 7 al 15 de julio

Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad Ai Publicidad AiPublicidad Ai Publicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai
  • Jugadores de Rugby Subacuático -

El cañaílla es una persona de mundo que, por desgracia o fortuna, en muchas ocasiones tiene que exiliarse de su tierra en búsqueda de un mejor devenir. Las razones pueden ser diversas, en el caso del protagonista de este artículo fueron los estudios. Jesús Muñoz Belizón es uno de esos vecinos de San Fernando que tuvo que marcharse, concretamente, hace más de 20 años a Pamplona, para realizar sus estudios de Arquitectura Técnica. En la capital navarra encontró el amor; allí ha formado una familia y su vida.

Jesús será uno de los trece integrantes del combinado nacional que representará a España en el Mundial de Rugby Subacuático. Esta competición se celebrará en Montreal (Canadá) del 7 al 15 de julio. Si estás leyendo esto, probablemente te estarás preguntado: ¿qué demonios es el rugby subacuático?

Es un deporte subacuático cuya única relación con el rugby de tierra, a parte del nombre, es el contacto. Esta disciplina es el único deporte con balón que se practica en tres dimensiones, ya que se juega dentro de un medio acuático, generalmente en piscinas. Fue inventada en la década de los 60 entre Alemania y Noruega por un grupo de asociaciones de buzos con el objetivo de realizar entrenamientos físicos. A día de hoy ha cruzado fronteras y océanos, de hecho, el actual campeón masculino es la Selección de Colombia.

Algunos de los componentes de la Selección Española

Se juega en apnea bajo el agua en una piscina con un equipamiento parecido al snorkel: gafa, tubo y aletas. Las dimensiones de la piscina donde se practica oscilan entre 3,5 y 5 metros de profundidad. El objetivo del juego es introducir un balón que se hunde en la portería del equipo contrario para anotar goles. Las porterías están fijadas en el suelo y tienen forma de cesta metálica; estas cestas tienen un diámetro de 40 centímetros. Hay tres posiciones: portero, guarda y delantero (la posición de Jesús), que se cubren entre los seis jugadores de cada equipo. Fuera del agua puede haber un máximo, también, de seis jugadores. El partido está dividido en dos partes de 15 minutos a tiempo parado, con un descanso de cinco minutos, alargándose el partido alrededor de una hora. La razón del poco tiempo que duran los partidos (30 minutos en total), es lo exigente que es. “Es muy explosivo, acaba uno desfondado”, admite Jesús entre risas.

“Es muy inclusivo, al ser un deporte tan minoritario, chicas y chicos comparten entreno, aunque las categorías están divididas en: femenina y masculino -en algunas competiciones masculinas al no cubrir el cupo de plazas, está permitido que las chicas compitan con los chicos, pero no al revés- “, nos explica el pamplonica adoptado.

Hombres y mujeres celebrando

Muñoz forma parte de los Leones de Pamplona, uno de los seis equipos de rugby subacuático que hay a nivel nacional. Las competiciones nacionales se hacen a modo de torneo de ida y vuelta. La primera etapa se disputó el pasado mes en Madrid y la vuelta se celebrará el 3 de junio en Cataluña, con partidos más cortos que en el mundial (habrá dos tiempos de 8 minutos a tiempo corrido). Su equipo lleva muy buena progresión en los cuatro años que lleva de existencia y está consolidándose como una referencia dentro de este mundo. "Dicen que somos los mejores en el tercer tiempo", nos cuenta. 

Admite que a nivel europeo es donde mejor preparación se recibe. “Los países nórdicos son los mejores en esta categoría; el equipo nacional intenta ir al menos una vez al mes a entrenar fuera del territorio, a lugares como Noruega, Suecia, Dinamarca, Suiza o República Checa; nunca he sido muy viajero, y esto me está sirviendo para conocer mundo y a personas maravillosas”.

Este andaluz de 41 años comenzó a practicarlo para no dejar de hacer apnea -la utilizaba porque es un amante de la pesca submarina- durante el invierno. El gusanillo por esta desconocida categoría para el público mainstream es generacional. Jesús ha conseguido transmitir su pasión por este deporte a su hijo, Iker, de 13 años de edad, que entrena desde principios de la temporada con Los Leones e incluso participó en la primera vuelta del Campeonato de España que se celebró el pasado mes de abril en Madrid . “Compartir esto con él es genial. Tiene una progresión muy grande, para conseguir la apnea que él tiene, yo he tenido que trabajar un montón, y a él le sale innato; es envidiable”, dice con un cierto tono de orgullo en su voz.

Jesús junto a su hijo, Iker

En España está integrado dentro de la Federación Española de Actividades Subacuáticas. Este deporte recibe muy pocas ayudas gubernamentales, prácticamente ninguna. “Los gastos de todo los sufragamos los propios jugadores; incluso nosotros pagamos de nuestro propio bolsillo al seleccionador, aunque la federación nos aporta tres mil euros, no lo llegamos a cubrir”. Por ello, han abierto un crowdfunding para sufragar parte de la expedición de este verano a Canadá. Puedes ayudar a través del siguiente enlace: https://gofund.me/c7af2c4a

Cuando es preguntado sobre su convocatoria, nos dice esto: “Es un orgullo y me siento muy privilegiado de representar a mi país. Estamos entrenando seis días a la semana una media de dos horas diarias para dar la mejor versión de nosotros mismos”.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN