Los equipos de Salvamento Marítimo y de la Guardia Civil han peinado literalmente la bahía, especialmente en el borde litoral, en busca de un vestigio que permita conocer lo que fue de Francisco Atienza Foncubierta y de la barca en la que pescaba con Jaime Días Busto, cuyos restos mortales recibieron ayer sepultura a la espera de conocer todos los detalles del accidente.
La búsqueda se centró también en los alrededores donde se encontró el cuerpo del pescador fallecido y encontrado en la madrugada del viernes, mientras que los pescadores del Club Puente de Hierro, que ha colaborado en la búsqueda, escudriñaban todos los lugares donde sabían que solía pescar Jaime Díaz.
Hasta los últimos rayos del sol han estado trabajando los efectivos de la Guardia Civil en busca de Francisco Atienza Foncubierta y desde el Clun de Pescadores Deportivos Puente de Hierro se afirmaba que seguirán buscando este lunes hasta "que logremos sacar a Paco".
Los hechos
Jaime Díaz Busto solía salir todas las tardes sobre las siete a pescar en la bahía con su barca de unos cinco metros y motor fuera borda. Era, pues, un gran conocedor del medio y volvía cada mañana sobre las diez o las once, “porque no tenía prisa”. Este viernes, pasadas las13.00 horas, no había llegado y su hija llamó al Club de Pescadores Puente de Hierro para interesarse por su padre. El marinero de guardia le dijo que no había atracado, lo que hizo que su hija lo pusiera en conocimiento de las autoridades.
Ese mismo día, a primeras horas, efectivos de Salvamento Marítimo rescataban el cuerpo sin vida de Jaime Díaz Busto que había sido localizado flotando bajo las obras de construcción del segundo puente de Cádiz, justo en la zona a donde dijo en el club de pescadores que se encaminaba, “al puente de la Pepa, cerca del Castillete”.
Pero Jaime Díaz no iba solo en la barca. Lo acompañaba un amigo, que no era socio del club, de su misma edad, unos 60 años, en la embarcación fueraborda. Francisco Atienza Foncubierta ya había salido otras veces con él y se da la circunstancia de que no sabía nadar, según han manifestado a este medio en Puente de Hierro, aunque nunca tuvieron ningún percance.
Francisco Atienza no ha aparecido, ni la embarcación llamada
Carmina tampoco, por lo que al cierre de esta edición nadie tenía la más remota idea de qué había ocurrido, si el cadáver de Jaime tenía heridas en el rostro como se decía o cómo había desaparecido la embarcación.
Los efectivos de Salvamento Marírimo peinaron el viernes toda la bahía por mar y por aire sin resultados positivos, mientras que efectivos de la Guardia Civil recorrían el litoral en busca de algún cuerpo flotando.
El cadáver de Jaime Díaz estuvo desde que lo encontraron hasta la tarde de este sábado en el Instituto Anatómico Forense donde se le practicó la autopsia, llegando por la tarde al tanatorio de San Fernando donde a las 10.00 horas de este domingo se celebró una misa en la misma capilla antes de recibir sepultura.
Lo que sí daban por descontado en el club de pescadores es que el cadáver se pudiera incinerar como al parecer quería la familia, ya que se desconocen las causas de la muerte y todos los indicios que podrían arrojar luz sobre lo sucedido. Esto es, la barca y el compañero de esa tarde.
La noticia, además en un fin de semana trágico al morir también otra persona en un accidente de tráfico, ha conmocionado a los pescadores y amantes del mar y todos están a la espera de que se sepa el destino de Francisco Atienza Foncubierta. Y que se conozcan todos los detalles.