El proyecto que comenzó en 2011 con la colaboración del Real Observatorio de la Armada, la Universidad Complutense de Madrid y el Instituto Geológico de Cataluña han demostrado en sus distintas etapas la viabilidad de un Sistema de Alerta Sísmica Temprana en el sur de España, donde se localiza la zona con más actividad sísmica de la Península.
El sistema permite saber en los tres o cuatro primeros segundos la intensidad de un seísmo y a través de ese conocimiento dar la alerta a las poblaciones afectadas que actuarán en función de los parámetros de la alarma.
El entonces subdirector del Real Observatorio de la Armada, Antonio Pazos García, ofreció en marzo de 2019 una conferencia en la Real Academia de San Romualdo de Ciencias, Letras y Artes sobre este sistema y su implementación en la zona desde 2011 hasta la actualidad.
Lo de rezar no se recoge en ningún manual de supervivencia pero sigue siendo válido para aquellas personas que opten por ello. Lo de mantener la calma, a pesar de que es lo más difícil, es una de las recomendaciones primeras que se dan para todo tipo de sucesos.
Hay noticias buenas y malas en lo que se refiere a los seísmos en la zona del Golfo de Cádiz o del Cabo San Vicente. La mala es que la provincia de Cádiz y la de Huelva se encuentran cerca de una placa tectónica que se mueve y de hecho es la zona con más actividad de España.
La parte buena es que se está moviendo constante y levemente, lo que se puede interpretar como que va avanzando sin mucho peligro, salvo que la realidad diga lo contrario.
Y volviendo a la parte mala, todos están convencidos de que en algún momento se va a producir un terremoto mucho mayor que los que se registran casi a diario. No se sabe cuándo ni de qué magnitud, pero es seguro.
También hay una parte buena dentro de lo malo. Los estudios que se realizan desde el Real Observatorio de Marina de San Fernando, en coordinación con otros centros, indican el tiempo que pasaría desde que se produce el terremoto hasta que se deja sentir en las costas y en las ciudades.
Si el terremoto se produce en el Cabo San Vicente, los gaditanos tendrían entre 40 y 50 segundos para reaccionar. Si se produce en el Golfo de Cádiz, apenas tardaría cuatro o cinco segundo en llegar la onda al litoral y a las ciudades del entorno.
¿Qué es poco tiempo? Eso es relativo. En cinco segundo, aunque parezca poco, se puede hacer algo a nivel personal, pero mucho a nivel técnico. A nivel personal ponerse a cubierto. Técnicamente el Alertes puede hacer que se detengan trenes, aterrizajes de aviones…
Posiblemente se considere poca cosa, pero es mucho y sobre todo deja constancia de que la ciudadanía no está desprotegida. Dentro de lo extremadamente complicado de la cuestión, hay gente que está trabajando día y noche para dar la alerta.
Constituida la Comisión Técnica sobre el riesgo de maremotos de acuerdo con el Plan Estatal de Protección Civil
El director general de Protección Civil y Emergencias del Ministerio del Interior, Leonardo Marcos, presidió el pasado 19 de julio una reunión para la constitución de la Comisión Técnica sobre el riesgo de maremotos, de acuerdo con lo dispuesto en el apartado 3.2 del Plan Estatal de Protección Civil ante este Riesgo, aprobado por Acuerdo de Consejo de Ministros el pasado 18 de mayo.
Esta Comisión, cuya creación estaba prevista en la Directriz Básica de planificación del riesgo de maremotos, constituye un órgano técnico de consulta y su misión principal es el asesoramiento a los órganos de dirección del Plan Estatal y, en su caso, de las Comunidades autónomas.
En la reunión se aboraron tres cuestiones que son responsabilidad de los órganos estatales. Son:
. La elaboración de un programa permanente de información y sensibilización a la población.
. El diseño de un sistema único de señalización en las zonas de riesgo.
. Y la elaboración de una guía técnica de análisis del riesgo de maremotos, que será de gran utilidad para la elaboración de los correspondientes planes de actuación por parte de las Comunidades Autónomas y Ayuntamientos implicados.
Estas iniciativas han tenido una buena acogida por parte de los representantes de los Organismos asistentes, que han manifestado su deseo de participar en los correspondientes Grupos de Trabajo que se crearán
ad hoc, con mayor implicación en aquéllos que se ajusten más a su especialidad. Por su parte, los representantes de las Universidades de Cantabria y Málaga han expuesto diversos trabajos y proyectos europeos y de la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO en los que colaboran y que pueden resultar de utilidad para las iniciativas planteadas.
Leonardo Marcos ha recordado que, en materia de información a la población, ya se dispone de bastante material que se podrá actualizar y seguir avanzando. Igualmente, ha señalado que la Dirección General junto con el Instituto Geográfico Nacional están trabajando en una publicación divulgativa del Plan que verá la luz próximamente, y ha recordado los trabajos que se están llevando a cabo para la implementación de un Sistema de alertas públicas (Public Warning System, PWS) que sirva para enviar avisos masivos e inmediatos a la población en caso de grandes catástrofes y emergencias inminentes o en curso en todo el territorio español, y que constituirá una importante herramienta, junto con el Sistema Nacional de Alerta de Maremotos (SINAM), previsto en el Plan Estatal.
Asistentes a la Comisión Técnica
Por parte del Ministerio de Defensa, han asistido representantes del Real Instituto y Observatorio de la Armada y del Instituto Hidrográfico de la Marina.
Por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ha asistido una representación del Instituto Geográfico Nacional, de la Dirección General de la Marina Mercante y del Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (CEDEX).
Por último, en representación del Ministerio de Ciencia en Innovación han participado representantes del Instituto Geológico y Minero de España, de la Agencia Estatal del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y del Instituto Español de Oceanografía.
Asimismo, se ha contado con la presencia de dos expertos del Instituto de Hidráulica Ambiental de la Universidad de Cantabria, y de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Málaga.