I Clase Práctica organizada por la Empresa para la Escuela Taurina local `La Gallosina´.Con un lleno en los tendidos de sombra, los de sol no se abrieron al público, se han lidiado seis ejemplares de la ganadería de Casa de los Toreros, bien presentados. Los actuantes fueron:
Núñez de Molina (E.T. La Gallosina de pizarra y plata): oreja
Gonzalo Capdevila (E.T. La Gallosina de marino y oro): dos orejas
Juan Pérez (E.T. de Palencia de añil y azabache): oreja
Nek Romero (E.T. Valencia de añil y azabache): palmas
Juan Jesús Rodríguez (E.T. de La Línea de rosa y oro): Palmas
Juanmi Vidal (E.T. Sanlúcar de grana y azabache): dos orejas
En primer lugar, quiero decir que pienso que no es labor de un crítico taurino dar su opinión sobre la actuación de los alumnos de escuelas taurinas en una Clase Práctica, ya que este tipo de espectáculo son exámenes que los discípulos de este tipo de escuelas realizan para que cada equipo técnico de las mismas valore sus progresos y vean el desarrollo de lo aprendido día a día en los entrenamientos de toreo de salón.
A la vez creo que los trofeos cortados, seguramente el número de ellos hubiese sido menor si en lugar de Clase Práctica se hubiera celebrado una Novillada Sin Picadores, no deben engañar ni a los profesores de las escuelas ni a los nóveles toreros, ya que incluso los dos alumnos triunfadores con dos orejas cortadas, no salieron por la Puerta Grande, honor que si hubiesen conseguido si el espectáculo hubiese sido una Novillada Sin Picar, lo que finalmente justifica todo lo que he comentado anteriormente.
Tan solo quiero tocar un poco la labor de los dos alumnos de la Escuela portuense `La Gallosina´´ y del pupilo de la de Sanlúcar, ya que éste cortó dos orejas.
-Núñez de Molina: se embozó en el capote de paseo mandarina y plata, donado por la prestigiosa sastrería Maestra `Nati´, que la Asamblea Taurina de Cádiz, le otorgó como triunfador de las novilladas sin picadores celebradas en El Puerto en la Temporada 2018.
El jerezano lanceó muy bien por verónicas, siendo prendido en el remate de la media. Gonzalo Capdevila realizó un quite por delantales, al cual replicó con uno por chicuelinas. Brindó al matador portuense Alejandro Morilla, con quien entrena diariamente. Aunque este torero derrama arte dada su estirpe gitana, también demostró que tiene valor ya que domeñó con su muleta las bruscas embestidas de su eral, ejemplar que berreó en demasía. Tras una estocada utilizó en varias ocasiones el verduguillo.
-Gonzalo Capdevila: la firme promesa portuense reafirmó las buenas maneras que viene demostrando en cada una de sus actuaciones. Torero alto al que ya se le ve preparado para dar el salto a las novilladas picadas, en las que sin duda alguna lucirá más su toreo.
Recibió a su oponente con unas verónicas muy aclamadas por el público. Comenzó la faena de muleta por bajo afianzando las embestidas de eral. Basó su faena sobre la mano izquierda, toreando al natural a un novillo complicado por el pitón derecho y que sabía lo que se dejaba atrás. Sufrió unas volteretas propias de la entrega y valor que posee. Cerró al novillo por alto, barriendo con su muleta los lomos del animal. Tras un pinchazo en la suerte de recibir, lo mató de una estocada.
`El Melli´: el joven sanluqueño, hermano menor del novillero con picadores con el mismo apodo, hacía su debut con traje de luces. Se le notaron ganas y valor, pero tiene muchísimos defectos que pulir y muchos litros de valeriana que ingerir para templar los nervios. Su labor fue de novillero antiguo, poniendo todo de su parte y sufriendo varias volteretas en su actuación.
Se fue a portagayola a recibir a su enemigo, para luego propinarle otras tres largas cambiadas y proseguir su toreo de capa por chicuelinas rematadas con una torera larga. Tras una instructiva `riña´ por parte del maestro Galloso sobre como pedir permiso a la presidencia antes de brindar al toro (por eso este tipo de espectáculo se llama Clase Práctica), se dirigió al centro del anillo para dedicarle a su abuelo que lo estaba viendo desde un palco celestial. Comenzó de rodillas pasándose al novillo por la espalda. Faena arrollada, siendo volteado en varias ocasiones e incluso sufriendo un corte en la mano izquierda con una banderilla. Estuvo bien con la espada matándolo de una estocada.