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El mundo flamenco sanluqueño pierde a otra de sus artistas

A la memoria de Victoria Vallejo

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  • Dedicado a mi amigo escritor y poeta José María de Diego Bueno
  • Cantaora. Bailaora, Coplera, Poeta. Compositora
  • Había nacido en Sanlúcar de Barrameda un 3 de noviembre de 1928. Eran pues más de 95 años ya los que soportaban su débil anatomía, su perdida salud

El pasado día 11 de Enero, recién estrenado este 2024, me llegaba la fatal noticia del fallecimiento en Sevilla de nuestra paisana Victoria Vallejo Romero, conocida en el mundo del artisteo como “Victoria Vallejo”, cantaora, bailaora, coplera, poeta y compositora.
Había nacido en Sanlúcar de Barrameda un 3 de noviembre de 1928. Eran pues más de 95 años ya los que soportaban su débil anatomía, su perdida salud, su triste desmemoria. Descansó finalmente de unos últimos años de su existencia desgraciadamente crueles para con tan buenísima persona.

Comenzó desde muy chica a cantar y bailar en pedidas de mano, bodas, bautizos y reuniones familiares. Aunque su debut en los teatros sanluqueños debió ser algo anterior, me consta, por cartel de mi archivo, que actuó ya con 14 años en el Teatro Reina Victoria, ese que estuvo instalado en la Calzada, a la altura aproximada de donde hoy está el Ambulatorio. Desde ese día son ya muy numerosas las referencias gráficas de sus actuaciones en dicho Teatro, así como en el Principal, en el Cine Rosales (cine portátil, se instalaba en la Calzada en las temporadas de verano), en el Casino de la Junta Local de Fomento, en el ambulante Teatro Continental (igualmente instalado en la Calzada), o en la Plaza de Toros de El Pino. En esa época fueron compañeros de tablaos sus paisanos Pepito Maestre, Pepito Gil, Pepito Ferreira, Andresín Moreno, Rafael el Negri, Pili Isla, Merceditas Muñoz, Rafael de Pilar, Encarnita Muñoz, Luis y Antonio Molina, Dioni Valmes, Antonio Silva, Paco Suárez, El Palanca, Manuel Alfonseca, El Trompo, Isidro Muñoz, José Jerez, Toni Pala y un largo etcétera.

Con tan solo 19 años, siendo aun menor de edad (en aquella época la mayoría de edad estaba en los 21 años), obtuvo el permiso paterno y se marchó a Sevilla a cumplir su sueño: ser artista, ser una figura del cante, la copla y el baile. Lo hizo bajo la tutela de la madre de las artistas algabeñas Manolita Rojas y Antoñita Romero. Fue precisamente con esta última, Antoñita, con la que forma el dúo “Hermanas Romero” y comienzan a hacer “bolos”, primero por Andalucía y posteriormente por toda España con las Compañías de Manuel Vallejo y del Niño de la Huerta.

En los primero años de la década de 1950/1960, conoce a la Niña de Antequera, se hacen amigas inseparables y el empresario Pascual Saavedra la lleva en todos aquellos espectáculos donde figuraba la de Antequera con la que recorre toda la geografía española, desde los tablaos más pobres de pequeños pueblos recónditos, hasta los mejores Teatros de las capitales de provincia, principalmente Madrid y Barcelona. 

En más de 20 años recorriendo la llamada “piel de toro”,  siguiendo el símil, desde los cuernos hasta el rabo, saliendo siempre por la puerta grande, tuvo ocasión de compartir cartel con las primeras figuras del momento en el cante, el baile y el toque. 
Amén de los citados Vallejo, Niño de la Huerta y Niña de Antequera, Victoria Vallejo tuvo el privilegio de ser íntima del matrimonio Niña de los Peines (para la que era Vitorita) y Pepe Pinto (que cariñosamente la llamaba “mi novia”). Tuvo una especial relación con Pepe Marchena e intervino, con el acompañamiento de sus palmas, en varias grabaciones del “maestro de maestros”. Igualmente intimó con Juanito Valderrama y su primera mujer, luego con Dolores Abril. Especial era la mistad y el cariño mutuo con Camarón de la Isla al que, inocente ella, le preguntaba: José, que raro huelen los cigarrillos esos que tu fumas.

Interminable sería la lista de grandes artistas con los que Victoria Vallejo compartió escenarios y miles y miles de kilómetros en autobuses medio destartalados. No puedo dejar de nombrar a Canalejas de Puerto Real, Manolo el Malagueño, Luis Maravillas, La Niña de la Puebla, los Gaditanos, Hermanos Valderrama, Antonio Molina, Rafael Farina, Antonio Peana, Benito de Mérida, Porrina de Badajoz, Encarnación la Sallago, Juanito Varea, Manuel Centeno, Carmen Mora,  El Sevillano, Rafaela de Córdoba, Trini de las Casas, Manolo Fregenal, Gracia de Triana, Las Paquiras, Rerre de los Palacios, y un extensísimo plantel de primeras figuras tanto del cante, como de la copla, el baile y la guitarra.

Retirada prematuramente de los escenarios a causa de la pérdida de la ilusión, esa que la hacía disfrutar cada segundo que pasaba encima de un escenario, se retira a su pisito de la sevillana calle Resolana, frente a la Basílica de la Macarena, comprado con el fruto de su trabajo constante, se dedica a disfrutar de los amigos y a escribir letras y componer canciones, 15 de las cuales llega a registrar en la SGAE, siendo el resto más de 80 composiciones (boleros, sevillanas, rumbas, etc), las cuales verán la luz en breve en la tercera edición de su biografía que estoy ultimando. Será mi mejor homenaje a la que fue una grandísima y completa artista sanluqueña, y sobre todo, mi gran y admirada amiga, Victoria Vallejo. D.E.P.

Servando Repetto López.

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