Un Viernes Santo sin Procesiones. Era lo que se esperaba al igual que el Jueves Santo. El cielo acompañó durante buena parte del día pero la madrugada y la tarde-noche dejó bastante agua. Los templos abiertos parar estar junto a las Imágenes y ese fue el único consuelo que encontraron muchos sanluqueños y visitantes. Una Semana Santa que será recordada por las numerosas precipitaciones registradas. La ilusión de muchos niños se transformó en lágrimas ante las muestras de apoyo de sus padres.
A la de la Hermandad de Nuestro Jesús Nazareno y Nuestra Señora de la Amargura se unieron las de María de las Angustias y la del Santísimo Cristo de la Vera-Cruz y Nuestra Señora de la Soledad.
La Borrasca Nelson seguirá causando estragos en el tramo final de la Semana Santa. La lluvia marcará también este sábado. El Domingo de Resurrección tendrá temperaturas equiparables a las del mes de diciembre.