Los vecinos de La Calzada Duquesa Isabel y alrededores hacen constar en un comunicado con cierta perplejidad, y también con mucha indignación, el triunfal balance que hacen en “la reunión de trabajo” el delegado de Fiestas y la Asociación La Caña de la última Feria de la Manzanilla. Aseguran en primer lugar, porque en esas “reuniones de trabajo” falta un actor fundamental: la Asociación de Vecinos, que representa a las personas que más directa e intensamente “viven la feria”.
Lamentan que “pronto hemos comprobado en qué han quedado las promesas de todos los estamentos municipales, incluida la del delegado de Fiestas, de que se nos iba a tener en cuenta y escuchar en todas estas reuniones”.
En segundo lugar, se congratulan del “buen ritmo y normalidad” del montaje y desmontaje. Se llama ‘normalidad’ a ocupar, maltratar, ensuciar y dañar al principal paseo de la ciudad durante gran parte del año. Perjuicios que, como saben todos los sanluqueños, apenas si son restaurados, y así comprobamos el grado de deterioro que tiene, año tras año, La Calzada. En cuanto al ritmo, que vamos a decir, si en los últimos días aún no se habían repuesto los contenedores de reciclaje, seguían quedando manchas de aceite, albero sin recoger, bloques de cemento en las aceras en la Avenida Guzmán el Bueno, y farolas sin colocar del último tramo de La Calzada que se quitaron para poder instalar las casetas. Y ya no nos vale la excusa de que estas tareas dependen de fulanito o menganito, porque si han quitado es porque por parte de Fiestas se ha dicho que se quiten, y por tanto es obligación de ese mismo departamento gestionar que todo vuelva a la “normalidad”.
Tercero, en cuanto a la Coordinación entre el Ayuntamiento y las Fuerzas de Seguridad y Protección; así como al buen hacer de los empleados municipales, “también tenemos algo que decir. Por parte del concejal de Fiestas, como por los responsables de la Policía Local se nos aseguró, en dos de las reuniones de seguridad previas a la Feria, que el límite de los decibelios, así como los horarios de cierre se iban a respetar, problemas, que hay que recordar, afectan directamente a la salud de los residentes: ninguno de los dos se cumplieron, y los vecinos hemos sido los que hemos tenido que llamar, una y otra vez, para que hicieran algo con estos dos problemas. También cabe recordar en estas ‘labores’, el salidero de aguas fecales originados en los aseos provisionales que instalan y que afectó de forma importante a los vecinos de Los Andes”.
Añaden que “no vamos a extendernos más, esperamos ser tenidos en cuenta para próximas ocasiones, y le volvemos a reiterar, como hemos hecho en todas las reuniones que hemos mantenido, nuestra colaboración para que la Feria sea, de verdad, más accesible y cómoda para todos, para lo que contarán siempre con nuestra leal opinión y colaboración; sin dejar de recordarles, que el modelo de Feria en este entorno urbano está desfasado, y que es necesario buscar un nuevo recinto ferial, ya”.