?Nos dijeron que si rodábamos en Cuba, o con artistas cubanos, nos podíamos olvidar de que la película se proyectase en el mundo?
El eminente realizador aragonés Carlos Saura recibió ayer un cálido homenaje dentro de los Encuentros de Cine, organizados por el colectivo cultural ‘Artis 7,’ en el auditorio Millán Picazo. Saura aseguró horas antes que no piensa en el público cuando dirige una película, “porque además no sé quien la irá a ver”. Con un proyector sigue viendo “una película al día”, pero echa de menos “la cultura de ir al cine” que existía décadas atrás, si bien ahora “estamos en un periodo de transición, de cambios muy importantes”.
Cuenta en su filmografía con más de cuarenta películas y es una referencia en el cine español. A pesar de compaginar esta pasión con la escritura, con varias novelas ya a sus espaldas, sigue centrado afortunadamente en el cine.
No es el primer homenaje pero, ¿qué supone este reconocimiento en Algeciras?
–Creo que jamás me han dado un homenaje siete mujeres. Me parece una maravilla y es sorprendente. Eso quiere decir que las mujeres son cada vez más fuertes en este país, que ya es hora.
¿Está trabajando en algún proyecto?.
–Acabo de inaugurar una exposición monográfica sobre el tema de la luz en la Fundación Carlos Niemeyer de Avilés. Además, ahora tengo cuatro o cinco proyectos, pero es mejor no hablar de ellos.
¿Podría adelantarnos algo?
–Dos de estos proyectos son musicales. Una es una coproducción sobre un grupo flamenco que viaja a la India. El otro comenzará en Madrid en septiembre, si la cosa va bien. Se llamará Amor de Dios y se refiere a una calle donde había una escuela de baile en la que estuvieron artistas como Antonio Gades.
¿Hay algún proyecto musical que todavía le quede por abordar en el cine?
–Uno de estos proyectos, muy antiguo, es hacer una película en el Caribe. Concretamente, un musical en Cuba. Estaba previsto hacerse antes de Sevillanas, incluso estuvimos en Nueva York para hablar con Celia Cruz. Pero nos hicieron boicot. Nos dijeron que si rodábamos en Cuba, o con cubanos, nos podíamos olvidar de que la película se proyectase en el mundo. Ahora la cosa ha cambiado mucho.
Cuando se ven los resultados de taquilla de ‘Torrente’, se puede pensar ¿cuál es el problema del resto del cine español?
–No sé. Pienso que ese fenómeno siempre ha existido, aunque no de una manera tan brutal, no con el contraste tan bárbaro de ahora. Cuando yo empecé a hacer cine, en 1959, había películas de Marisol que arrasaban.
El elenco actoral de hoy en día, ¿es mejor o peor que el de hace 20 años?
–Ha pasado una cosa muy curiosa. Las grandes figuras de la interpretación española están muertas. Ahora hay estupendos y maravillosos actores y actrices jóvenes, pero no tienen el nombre que tenían antes. Esos actores españoles como Paco Rabal, Fernando Rey o Fernando Fernán Gómez, esas figuras, no están.
¿Qué le parece el efecto de Internet en el cine?
–El único problema es la calidad. Si Internet ofrece la misma calidad que un dvd de alta definición, que creo que está próximo, la cosa cambiará. Aún así, pienso que hay una diferencia grande entre ver una película en un televisor, por mi bueno que sea, y una proyección.
¿Cree que los efectos especiales se están comiendo las interpretaciones?
–Yo veo de todo y me parece bien. Estas películas, si están bien hechas, me parecen muy interesantes. También están estas películas catastrofistas, que son geniales algunas. Como cuando se hiela el mundo o cae un aerolito. O como Terminator, a mí me gustan mucho esas películas.
¿Cuál fue la primera película que le marcó?
–Yo era un niño en la Guerra Civil, en Barcelona, con los republicanos. Tenía cinco años y fue Blancanieves. Todo esto con bombardeos fuera.