Iván del Pozo, junto a Lola Yllescas, es uno de los portavoces de la Plataforma SOS Arteria Verde de Conil. El movimiento surgió de la preocupación de un grupo de vecinos ante la parálisis del proyecto, a pesar de que ya contaba con financiación. “El núcleo fundador de la plataforma lo conforman, entre otros, Andrés Peces, Lolo Ariza, Elena López, Ana y Alberto López”, explica Del Pozo. “Es un grupo de personas a los que les unía la preocupación sobre lo que estaba ocurriendo dentro del Ayuntamiento respecto al proyecto de la Arteria Verde porque todo indicaba que no se iba a llevar a cabo”.
El grupo contactó con él y comenzaron a investigar. “Son ellos quienes me cuentan la problemática y tras analizar la situación estábamos de acuerdo en que teníamos que movernos”. La cronología de los hechos es clave para entender la controversia. “Hablamos de finales de octubre de 2023… Unos meses después de que se aprobara la licitación por urgencia en el pleno de mayo y de que el 17 de junio entrase el nuevo equipo de Gobierno”. Sin embargo, el proyecto quedó en punto muerto. “Desde la Delegación Territorial de la Junta nos dicen que ellos no iban a mover un dedo si el Ayuntamiento no estaba a favor del proyecto. Nosotros vemos que la alcaldesa, Inmaculada Sánchez, dice que no le gusta que sea de un único sentido y que si se puede modificar el proyecto, pues que vale… Pero yo dudaba que eso fuese posible”.
Del Pozo tiene experiencia en este tipo de iniciativas y sabe que las subvenciones europeas tienen requisitos estrictos. “He trabajado en Bruselas en el Comité de Regiones con proyectos de este tipo y sé que cuando se concede una subvención se tiene que respetar la línea de esa ayuda, y en este caso era para la reducción del tráfico y mejora del bienestar en el casco urbano”. Con la intención de salvar el proyecto, la plataforma comenzó a moverse entre distintas administraciones y formaciones políticas. “Hablamos con partidos políticos y con distintas administraciones. Entre los partidos hablamos con Izquierda Unida porque eran quienes habían promovido el proyecto”.
Pero Iván del Pozo quiere dejar claro que “detrás de la plataforma no está Izquierda Unida, ni siquiera yo estoy en los inicios de la misma. Yo voy a la segunda asamblea, a la cual ya asisten más personas. Ahí acuden representantes del PSOE, de Izquierda Unida… Esto es lo de siempre, si no está de acuerdo conmigo es que es comunista, o masón, o judío… Pero en estos meses hemos visto también protestas de la Policía Local, que deben ser comunistas también. Evidentemente hay un carácter más de izquierda entre gran parte de los asistentes a la asamblea, eso es cierto, pero no hay pertenencia a Izquierda Unida”.
Los vecinos de la zona “se fueron incorporando un poco después aunque en mi caso sea también vecino. Me plantearon ser portavoz y aunque no me venía del todo bien porque estoy liado con la tesis doctoral y porque no quería significarme públicamente en un momento en el que había entrado un nuevo equipo de Gobierno. Lo digo sinceramente. Soy muy utilitarista, hasta no calibrarlos y saber qué poder tenían, no quería enfrentarme directamente a ellos. Pero había una necesidad y di el paso. En esa asamblea vimos que había ausencia de vecinos y hablamos de intentar llegar a ellos como así ha sido. Ha sido muy espontáneo y tras participar en el pleno, a la tercera asamblea comenzó a llegar todavía más gente”.
Los inicios de este proyecto “son muy curiosos. En el pleno de noviembre de 2019 se presenta una adenda al plan de movilidad urbana, la cual votan a favor todos los partidos políticos. Lo que ocurre entre esa fecha y junio de 2023 es que ese noviembre acababan de pasar unas elecciones y se repartieron el pastel. PP y AxSí estaban en la oposición y se posicionaron a favor del embellecimiento del centro y tal. Luego ocurre que varias obras se enquistan varias obras como en La Laguna y en la calle Trafalgar. La oposición ve que es posible presionar al gobierno a través de las obras y optan por oponerse al proyecto de la Arteria Verde aunque ya habían votado a favor. Es definitiva, encuentran en ese proyecto un caballo de batalla con el apoyo de algunos empresarios de la calle en cuestión, sobre todo tres que luego son los que dan la cara en la reunión de diciembre de 2023 mientras que otros cambiaron de opinión y dejaron de estar en contra. Y es que poco a poco, desmontando las mentiras, hemos logrado contar con el apoyo de los negocios locales”.
Sí que es verdad que “cuando empezamos el movimiento encontramos un gran resentimiento contra la obra. Veían que les podía perjudicar y que les podría ocurrir lo que les pasó a algunas personas en La Laguna. En definitiva, la oposición a un año de unas nuevas elecciones municipales ven que pueden usar ese proyecto como caballo de batalla y sacar votos”.
Al respecto, según Del Pozo “AxSí y PP esgrimían que se perjudicaría a los negocios locales, algo que se desmonta fácilmente viendo cómo funcionan los negocios en otras localidades en las zonas peatonalizadas del centro. También se revalorizan los inmuebles. El problema que sí veo y que no han usado contra el proyecto, es que el que está de alquiler es posible que se lo suban debido a esa revalorización de la zona. Pero de eso no hablan. Ellos hablan de que debería tener dos sentidos de circulación pero es que solo puede llevar un sentido porque la Unión Europea no paga dinero para reformar una calle, sino para proyectos para mejorar la movilidad urbana y la sostenibilidad”.
E insiste en que “un proyecto debe mejorar el acceso a las personas con movilidad reducida. Debe mejorar la calidad ambiental en el centro de las ciudades y tiene que haber una mejora de las infraestructuras. Sin olvidarnos de otra cuestión de la que no se habla como es el hecho de que la mayor cantidad de dinero está en debajo de la calle”.
“Es algo de lo que no se quiere hablar y para mí es lo más importante. Cada vez que se hace cualquier obra, hay que abrir la calle y este proyecto lleva una serie de mejoras para que eso no ocurra. Y luego está problema de las pérdidas de agua que hay en esa calle, cuestión que está afectando incluso a los edificios. Para darle solución, este proyecto conlleva dos tipos de recogida de agua, las pluviales y otra que separa lo que sería agua potable de las residuales. Es una cuestión que tarde o temprano debe afrontar todos los municipios, más aún municipios como Conil que viven de su entorno natural”, explica.
En proyecto “se aprobó de urgencias en junio de 2023 porque tenía de plazo hasta finales de ese año. Pero la verdad es que no era posible hacer esa obra en seis meses. Lo mínimo serían ocho o diez meses. Claro, vimos que no era viable, con lo que para qué emprender una lucha. Así que hablamos con las instituciones europeas que nos dicen que si está empezado el proyecto podrían darnos una prórroga porque el dinero ya estaba en la Junta”.
Precisamente desde la Junta “nos dicen que no habría problema porque se estaban dando prórrogas. Para asegurarnos hablamos con los responsables que otorgan esas prórrogas para ver si era verdad. Hablamos con Sanlúcar y creo que Alcalá de los Gazules, y nos dicen que sí, que es verdad, que les han dado prórrogas para proyectos similares y de esa línea de ayudas de la Unión Europea. La clave, que empezara el proyecto, que empezara la obra… Y ahí es cuando empezamos a movernos”.
Iván del Pozo relata que hablamos con el jefe de Servicios de Arquitectura de Vivienda y Rehabilitación Urbana de la Junta que era un ‘máquina’ y conocía el proyecto. Nos dijo que al ser un municipio turístico se podría esgrimir que aunque ya se hayan licitado las obras, éstas no podían iniciarse en verano. Es decir, vemos que es posible y además nos dicen desde la Junta que están interesados y para eso lo van a meter en otro paquete de ayudas diferente, en otro Fondo Feader con un plazo que iba desde 2024 a 2025. Ya no había que terminar la obra en 2023. Eso lo supimos a comienzos de diciembre de ese año…”.
En diciembre de 2023 “hay un pleno en el que AxSí, PP y Siempre votan en contra. A pesar de ello, la Junta les envía una carta demoledora hablando de ese nuevo horizonte que ya nos lo habían dicho verbalmente. El equipo de Gobierno se queda sorprendido pero solo tenían que haber llamado a quienes dirigían el proyecto desde la Junta, administración que quería ese proyecto por la visualización externa que tendría porque Conil es un pueblo turístico con mucha visibilidad”.
Es decir, uno o dos meses después de ese pleno “llega esa carta donde desmienten que tenga un coste para el Ayuntamiento y les explica que hay un nuevo plazo para la ejecución de la obra hasta 2025. Es decir, la Junta le dice al equipo de Gobierno que lo que decíamos desde la Plataforma era verdad”.
Uno de los problemas es que “el Ayuntamiento nunca ha hablado con nosotros. No nos han devuelto las llamadas. Solo nos hemos reunido con una persona del equipo de Gobierno, con Sergio Cáceres, justo antes de la votación de abril de 2024, donde Siempre vota a favor del proyecto tras la llegada de esa carta de la Junta. Ellos insisten en que siguen prefiriendo el doble sentido pero la necesidad de mejorar la calle es más importante e imperiosa”, sin olvidar que “hablamos de 1,2 millones de euros que ya están ingresados en la Junta”.
A partir de esa carta “Siempre decide modificar su voto, con lo que se aprueba la moción conjunta que llevaba Izquierda y PSOE. Y a partir de ahí, se supone que se debe dar trámite de esa resolución a la Delegación Territorial, que es la encargada de licitar la obra”.
Mientras tanto, “nosotros seguimos hablando con el jefe de servicios de la Junta quien nos dice que de manera extraoficial que sí se les ha dicho que se ha aprobado en pleno, pero en Delegación nos dicen que no saben nada. Hablamos de junio de 2024 y en este tiempo ese jefe de servicios de Vivienda y Rehabilitación Urbana se va. A partir de ahí, una de las técnicas me comunica que tienen orden de no hablar más de este tema de forma pública y que lo lleva directamente el señor Jurado Vela, el director general. Me dan un teléfono, lo llamo en varias ocasiones y nada. Así que optamos por enviar emails para que quede un registro. Al tiempo recibimos una respuesta que nos dice que todo el proceso y la información están en la página web de licitaciones de la Junta. Es decir, se corta la comunicación y fuentes extraoficiales nos dicen que es porque se está perjudicando al PP electoralmente, con lo cual apostaban por llevarlo de forma más discreta, algo que nos parece bien porque nosotros lo único que queremos es que se lleve a cabo el arreglo de la calle. Es aspecto político me da igual”.
Pero ocurre que “no lo están llevando de manera confidencial, sino han hecho un cerrojazo informativo. Han cerrado filas en torno al partido”.
Cabe recordar que el proyecto ya estaba licitado desde junio de 2023. “El concurso lo ganó una empresa y había tres en espera. Pero claro, ha pasado tanto tiempo que los precios había que actualizarlos. Desde abril de 2024 hasta el pasado mes de diciembre, las empresas, aunque no lo van a decir, nos comunican que nadie se había puesto en contacto con ellas. En diciembre nos dice una de las empresas que le han dicho que no concurran, que no acepten la actualización del proceso… Entiendo que hay presiones porque ninguna acepta la actualización de los precios, con lo que ahora hay que ir a una nueva adjudicación de las obras. En nuestra opinión se están demorando los plazos adrede”.
De hecho “las obras no pueden empezar a día de hoy porque se nos echa el verano encima y si empiezan tras el verano esgrimiendo la importancia de esa época para el tejido socioeconómico de Conil, con lo que al estar en un nuevo fondo podría obtenerse esa prórroga. Se podría hacer si hay voluntad política. Eso sí, tendrían que empezar las obras después del verano y llevarlas bien avanzadas para pedir esa prórroga”, pero “políticamente se han aplazado todo lo posible los plazos para justificar que no se puede hacer el proyecto. Si la Junta quisiera ya se estaría haciendo”.
Como medida de presión se convocaba una manifestación hace dos semanas a la que asistieron “entre quinientas y seiscientas personas. Que se presentara tanta gente fue muy importante y lo calificamos como de gran éxito”.
Ahora “vamos a seguir presionando sobre todo a la Junta. También pensamos que aquí tienen que hablar diferentes instituciones, entre ellas la oficina del Defensor del Pueblo, que ha admitido a trámite el hecho de que se está demorando de manera voluntaria todo el proceso y están investigando todo el caso. Por otro lado, el Colegio de Arquitectos de Cádiz también apoya que se realice esta obra porque ya se concedió a una arquitecta, lo que supone un perjuicio para sus asociados que no se lleve a cabo. La última comunicación es que puede ser que sí que se haga el proyecto”.
Iván del Pozo explica que “cuando comenzamos se hablaba de que éramos una serie de personas vinculadas a Izquierda Unida y existían reticencias por parte de los vecinos y los comerciantes. Ahora mismo, aunque no te puedo dar una estadística oficial, sabemos que contamos con el apoyo masivo de vecinos y comercios. Eso sí, muchos vecinos nos dicen no quieren significarse de manera individual por si hay consecuencias. Y en cuanto a los comercios, podemos decir que hay tres establecimientos que siguen en contra de la obra”.
Ese cambio de opinión viene dado gracias “a la labor pedagógica que hemos realizado. En la reunión en el Cine Moreno la gente podía preguntar y exponer sus dudas. Desde la Plataforma animamos a la gente a que acudan a las reuniones porque nos interesa explicar las bondades del proyecto pero también saber si existen problemáticas para poder darles una solución. Lo que no queremos es que se haga el proyecto y que luego sea un fracaso y dañe a la gente. Nuestro nombre está ahí ligado. Siempre hemos querido saber las problemáticas y ponerlas sobre la mesa, no queremos esconderlas. Y gracias a ello la gente se da cuenta que aquí no hay partidismo.”
Y es que “nosotros no hacemos comunicaciones directas con los partidos, el que quiera venir a las asambleas y a las movilizaciones que venga. Estamos abiertos a todos los ciudadanos. No es cuestión de enfrentamientos, somos utilitaristas, el objetivo es arreglar la calle, punto”.
Iván insiste en los beneficios que conlleva la ejecución del proyecto y reitera que “aquí siempre digo que lo importante es lo de abajo, no lo de arriba. Lo importante son los saneamientos. De hecho, en cinco años puedes convertir la calle en doble sentido de nuevo porque tiene plataforma única. El problema es que existe un grave problema de saneamiento, con malos olores, aparición de socavones porque se hunde la calle por las pérdidas de agua. Además, bajo mi punto de vista, hay dos elementos fundamentales. Uno es que vivimos unos ciclos medioambientales mucho más cálidos. El hecho de construir arbolado en el centro de las ciudades es muy importante para mejorar la calidad de vida. Y segundo, el tema de la movilidad reducida que ayudaría a transformar una calle que ahora solo sirve para el paso de coches a modernizarla y hacerla más transitable. No podemos olvidarnos de la reducción de la contaminación acústica, así como el hecho de que los vecinos y vecinas puedan volver a disfrutar de su calle. No hay vida de barrio ahora. Solo puedes salir para irte y volver”.
Por eso lamenta que “nos estamos quedando atrás. Vemos lo que se ha hecho en Chiclana o en Algeciras. Hay que aprovechar los fondos europeos para hacer estas reformas porque nos salen gratis. Estamos bloqueando el desarrollo del propio saneamiento del municipio, es una locura. Nos quedamos atrás en movilidad, en calidad de vida, en calidad medioambiental…”.
Por último, “el miedo que tenemos es que esto se convierta en un enfrentamiento entre los vecinos. Nosotros no queremos que eso ocurra y vemos que el Ayuntamiento está usando esa estrategia. Está envenenando a unos vecinos contra otros. Dicen que eso perjudicará a la gente del campo, que les perjudicará a la hora de venir al pueblo… pero hay estudios de movilidad que demuestran que no es así. Todos esos estudios hablan de un perjuicio de tres minutos en esa hipotética que puedan dar. Por eso les decimos a los vecinos que no se enfrenten entre ellos. Cada uno puede tener su idea, vamos a llevarlo con cordura. Lo único que queremos es que se haga el proyecto y exponemos nuestras razones. Lo que nos falta por saber son las razones por las que ellos no quieren que se lleve a cabo”.